El humo no era humo. Royal Caribbean, la naviera propietaria del Wonder of the Seas, el crucero más grande del mundo, que el lunes atracó en el puerto de Palma en el inicio de su primer recorrido por el por el Mediterráneo, ha querido explicar este martes que la nube de humo grisácea que salía por las chimeneas del buque durante su aproximación y maniobra de atraque en el puerto de Palma no eran gases contaminantes, sino "vapores", se supone que de agua.

"Ayer durante nuestras maniobras de atraque en Palma de Mallorca, no salía humo de nuestras chimeneas, sino que era un penacho (vapores) creado por nuestro sistema de limpieza de gases de escape (scrubber)", ha comunicado la naviera.

También conocidos como lavadores de gases, los scrubbers son sistemas de depuración de emisiones atmosféricas. Gracias a su tecnología, se despoja una emisión de los gases contaminantes que porta y son tan nocivos para la atmósfera, como el azufre que emiten los barcos. El scrubber, que tiene forma de depósito cilíndrico, captura este gas y mediante un líquido, neutraliza los componentes contaminantes.

El Wonder of The Seas llegó el lunes a Palma en la inauguración de su primer crucero turístico por el Mediterráneo, con escalas, además de en Palma, en Marsella (Francia), La Spezia (Florencia/Pisa), Civitavecchia (Roma), Nápoles (Pompeya) y desembarque en el puerto de Barcelona.

A bordo del pailebote Rafael Verdera, la Plataforma Anticruceros realizó una acción de protesta por la llegada del buque, de 362 metros de eslora, que fue interrumpida por la Guardia Civil. Entidades ecologistas y ciudadanos protestaron a través de las redes sociales "por la nube toxica" que desprendía.

Precisamente la entidad ecologista Terraferida ha querido responder a las explicaciones de la naviera sobre la nube de humo que acompañó su entrada en Palma y la maniobra de atraque. "Vapores", ha repetido. "No solo contaminan, masifican y evaden impuestos. También han venido a insultarnos a todos. Inaceptable", ha considerado.

Precisamente, entidades ecologistas, como Verdemar-Ecologistas en Acción, cuya acción se desarrolla en el entorno del Estrecho de Gibraltar, anunciaron el pasado mes de abril que van a pedir a la Organización Marítima Internacional (OMI) que se prohíba todo tipo de depuradoras de gases en los buques (conocidas como scrubbers), que la OMI da como opción alternativa a las navieras para seguir usando fueloil pesado, de alto contenido de azufre.

Según declaraciones a Europa Press, existen 4.000 buques que utilizan scrubbers, el 80% de ciclo abierto, lo que "significa que se vierten directamente los contaminantes del aire al mar, con la consiguiente contaminación de los ecosistemas y el peligro para la salud humana". Asimismo, indicaron que varios países y puertos ya han restringido el uso de scrubbers, además de que un estudio interno de la propia OMI reconoce el problema.

Los ecologistas han explicado que los sistemas de limpieza de gases de escape (EGCS), más comunmente conocidos como depuradores, son una medida equivalente aceptada para cumplir con el límite global de azufre de IMO 2020.