La Autoridad Portuaria de Balears ingresó durante el pasado año casi 85 millones de euros, mientras que sus gastos se cifraron en 56 millones, lo que le dejó un margen próximo a los 29 millones. Pero a pesar de este notable beneficio, este organismo se está viendo obligado a trabajar con cada vez menos personal, según ha denunciado su presidente, Francesc Antich, durante la presentación del balance de 2021. Por ello, ha señalado que se está elaborando el correspondiente estudio para poder reclamar a Puertos del Estado que se autorice una ampliación de la plantilla en las islas con la que poder hacer frente a una creciente actividad y a una exigencia de calidad y de respeto medioambiental cada vez más acentuada.
Un aspecto especialmente destacado por Antich es la autosuficiencia económica de la Autoridad Portuaria de las islas, con esos 85 millones de euros en ingresos durante 2021, y con una previsión de que este año se recuperaran los niveles de 2019, ejercicio que se calificó especialmente positivo, por lo que se podría llegar de nuevo a los 89 millones, muy lejos de los casi 60 millones de euros que se contabilizaron en 2008.
Pero eso forma parte del problema. Porque este organismo disponía en 2008 de 361 personas en su plantilla, y el pasado año esa cifra se limitó a unas 330, con un recorte acentuado en su policía y en mantenimiento, frente al estancamiento del personal de oficinas y los directivos. Según Antich, el trabajo se está sacando adelante por el esfuerzo de una plantilla que en su opinión es claramente insuficiente.
Respecto a los ingresos conseguidos durante el pasado año en los puertos de las islas, Palma registró la cifra más alta, con 41,6 millones de euros, seguido de Eivissa, con 32,1 millones. Sin embargo, los gastos en la primera de estas instalaciones son muchos más altos, en parte porque alberga la sede de la Autoridad Portuaria, lo que explica que sea el puerto ibicenco el que consigue el margen positivo más elevado, de 20 millones de euros.
En relación a las líneas de negocio, Baleares cuenta con una característica propia que le diferencia de la mayoría de instalaciones de la península, y es el elevado peso de las embarcaciones deportivas. Este capítulo supuso durante 2021 unos ingresos que ascendieron a 58,1 millones. Es decir, de cada tres euros obtenidos por la Autoridad Portuaria del archipiélago, dos tienen esa procedencia. Además, los gastos en este capítulo fueron de 17,8 millones, lo que deja un amplísimo margen de 40,3 millones de euros.
Como referencia, los ingresos derivados de la actividad de los cruceros fueron de 3,1 millones de euros, mientras que los gastos en este capítulo fueron de 5,8 millones, aunque hay que tener en cuenta que en esta última cifra se incluye la amortización de las inversiones realizadas durante los últimos ejercicios en estaciones marítimas, muelles o explanadas.
Precisamente dentro del apartado de inversiones, durante el pasado año la partida más importante correspondió al puerto de Palma, con casi seis millones de euros, seguido de los 5,7 millones de Eivissa y los 2,1 millones de La Savina. Las de carácter general ascendieron a los 11,3 millones, ya que el archipiélago cuenta con una de las mayores redes de faros del país.
Un aspecto destacado por Francesc Antich es que la rentabilidad conseguida permite que las bonificaciones que se aplican en los puertos isleños al transporte de pasajeros y de mercancías estén entre las más altas del país, lo que facilita la movilidad y la llegada de suministros.
Además, el presidente de la Autoridad Portuaria ha puesto de relieve que una gran parte de lo que se ingresa luego se reinvierte para mejorar estas instalaciones de las islas.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares ha puesto en valor el esfuerzo realizado por el Govern para limitar la llegada de grandes cruceros, y ha recordado que el Ejecutivo autonómico no tiene competencias en esta materia, por lo que esta rebaja se ha conseguido de la mano de la negociación con las navieras. También ha destacado las obras de reforma del Paseo Marítimo que se van a iniciar este año, con un coste de 42 millones de euros.
