El Govern, a través de la conselleria de Medio Ambiente, ha culminado un ambicioso proyecto de estudio, que se ha financiado con fondos económicos de la ecotasa. Un estudio que ha consistido en actualizar la cartografía de los hábitats de plantas terrestres en Baleares y que ha cubierto una superficie de 245.000 hectáreas, que representa casi la mitad del territorio ecológico de las islas.

Este proyecto lo ha dirigido el profesor de biología de la UIB, Javier Tébar, que ha podido disponer de un presupuesto económico de 785.000 euros. Un trabajo en el que han participado 17 especialistas en ecología y que ha permitido conocer la situación actual de los hábitats.

En la presentación del informe, el conseller Miquel Mir destacó la importancia de este trabajo científico, ya que puede ser utilizado como herramienta para una mejor gestión del territorio de Baleares y de su planificación.

La anterior revisión cartográfica databa del año 2005, por lo que según el conseller ya era necesario realizar una actualización y un análisis más actual de las especies botánicas que habitan en las islas. Así, este estudio, que también responde a una propuesta de las autoridades europeas, recoge la distribución y posición de dichas plantas. Este resultado estará a disposición de todos los ciudadanos. Mediante un visor se podrá situar sobre una determinada zona y se detallará el tipo de plantas que allí se han encontrado.

El responsable de la planificación de este estudio, Javier Tébar, explicó que la nueva cartografía, con respecto a la anterior, mejora la resolución espacial y al mismo tiempo cubre un mayor espacio. También incluye las especies que pueden mostrar algún interés por su singularidad, por su rareza o porque están en peligro de extinción. 

El trabajo se ha desarrollado delimitando las zonas mediante una previa interpretación de una imagen.

La nueva revisión cartográfica refleja que las islas cuentan con 45 hábitats distintos y a la vez con otros 25 subhábitats diferentes. Los expertos de la UIB han querido comprobar el estado de cada una de estas especies y el desarrollo que están teniendo. 

El doctor Javier Tébar destacó que le ha sorprendido el crecimiento en Baleares de superficies forestales, un dato que consideró muy positivo. En cambio, también se ha detectado la desaparición de algunas plantas con gran valor ecológico, que se han visto afectadas por el desarrollo urbanístico. 

Quitó importancia a las especies que han desaparecido, o no se han hallado, ya que eran poblaciones muy diminutas. Esta desaparición, según el biólogo, responde a las consecuencias del cambio climático.

También destacó la localización de especies de jardín que han aparecido en áreas vegetales, así como la extensión de algunas plantas que no tienen ningún valor ecológico.

El coordinador del estudio destaca la gran calidad ecológica de las especies que habitan en Baleares

Diversidad ecológica

El profesor de la UIB quiso destacar la gran diversidad de hábitats que existe en las islas Baleares, muy superior a otras comunidades autónomas. De allí que consideró que los habitantes del archipiélago deberían sentirse muy satisfechos por el valor ecológico del que disfrutan. Consideró que esta mejora ambiental responde a las políticas de protección que se han desarrollado en los últimos años, lo que ha permitido conseguir una «vegetación envidiable».

También se mostró muy satisfecho en que este estudio actualizado convierta a Baleares en una de las comunidades que conoce más de cerca la situación de las especies botánicas que existen repartidas por las distintas islas. 

Esta nueva cartografía, que se ha terminado tras dos años de trabajo de campo con visita a las distintas zonas, se adapta a la normativa vigente sobre producción cartográfica, de allí la importancia de que permite señalar el lugar donde se encuentra cada uno de estos hábitats naturales. 

Además de los técnicos de la UIB, para realizar este trabajo de campo se ha dispuesto de la colaboración del Observatorio Socioambiental de Menorca y expertos de Ibiza. El coordinador señaló que el objetivo no era valorar la gestión de estas áreas naturales, sino la de describir y situar cada uno de estos hábitats botánicos.