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Pesca submarina | El futuro pasa por reducir la potencia de los fusiles

El jefe de Recursos Marinos solo ve una posibilidad para que dentro de las reservas marinas se pueda también arponear peces: limitar las armas que les dan ventaja a los pescasub

Un pescasub con la cámara en el extremo de su fusil se autoretrata junto a un caballito. | JORDI FERRER

Matiza que es una idea personal, que no hay ningún estamento oficial que esté detrás de la iniciativa, pero Antoni Grau, jefe de Recursos Marinos del Govern, aboga por reproducir el modelo de las Bahamas en Balears como posible alternativa a la pesca submarina tal y como se conoce hoy en día. Una alternativa que permitiría a esta modalidad pesquera tan denostada por buena parte del sector y de las organizaciones ecologistas sobrevivir en un futuro que cada vez se le presenta más incierto: todas las reservas marinas creadas desde 2016 impiden de manera integral en ellas esta modalidad pesquera.

Pero, ¿cómo se practica la pescasub en Bahamas? Las web que anuncian el destino como uno de los mejores del mundo para esta modalidad pesquera subrayan que las criaturas marinas tienen más oportunidades allí porque está prohibido el uso de equipos de buceo y de los fusiles tradicionales de gomas para practicar una actividad que solo está permitida a partir de las 200 yardas (algo menos de 200 metros) de cualquiera de sus islas. Como alternativa a los fusiles se permite el uso de los cabestrillos u hondas hawaianas (Hawaiian sling) y también se establecen restricciones en el número de capturas de algunas especies y el respeto a las vedas con otras.

«Es un sistema de pesca menos efectivo e inicialmente se capturarían menos piezas con ellos, hasta que los pescadores se acostumbraran a sus características», apunta Grau consciente de las limitaciones de estos utensilios para la pesca submarina pero subrayando que los actuales fusiles, con gomas dobles y triples, «dan una clara ventaja a los pescadores submarinos».

Firme defensor de las reservas marinas aunque consciente de que en estas islas viven personas a las que les gustan pescar e interactuar con el medio marino así como profesionales que viven de él, Grau aboga por proponer un sistema de pesca menos efectivo para este colectivo, al que no quiere criminalizar de ninguna de las maneras.

«Ya hay muy pocos pescadores submarinos que vendan sus capturas ilegalmente como se hacía antaño. Un restaurante sabe que si un inspector le encuentra un pescado con una marca de arpón se le va a caer el pelo. En todo caso, si sigue existiendo aún esta actividad ilegal es por encargos entre particulares», concede subrayando que la mayoría de los pescasub salen a la mar federados y con sus licencias de pesca en vigor y que se ciñen escrupulosamente a las tallas mínimas establecidas.

Más de 43.000 licencias

Revela que en la comunidad hay actualmente 1.500 licencias de pesca submarina, 12.000 para embarcaciones (expedidas con una duración de tres años) y 30.000 para pesca con caña desde la costa. «En la crisis de 2008/10 creció el número de licencias por una cuestión de subsistencia, para comer, y durante la pandemia también aumentaron pero a consecuencia del confinamiento y la imperiosa necesidad posterior de salir de excursión o, simplemente, a pescar», justifica.

De las cinco reservas marinas existentes en la actualidad en Mallorca, el jefe de Recursos Marinos admite que solo se puede practicar la pesca submarina en dos de ellas, las más antiguas: la de la bahía de Palma (creada en 1984, momento en el que se erigió como una de las primeras reservas marinas del país, destaca) y la del Migjorn (2002).

Y siempre previa obtención de un permiso de periodicidad anual y tan solo durante cuatro días hábiles a la semana. Revela Grau asimismo que acaban de poner a disposición de los pescasub una app para facilitarles también la obligatoria declaración de las capturas en estas áreas protegidas y, de paso, usar la información obtenida como una herramienta para la gestión de la reserva. «Los pescadores (toda la pesca recreativa ha de hacerlo) cada vez declaran más sus capturas y, por norma general, las tallas mínimas se respetan», asegura.

Por norma general, se ha prohibido la pesca submarina en todas las nuevas reservas marinas creadas a partir de 2016. «Las reservas de El Toro y las Malgrats, que se crearon en 2004, fueron una excepción porque inicialmente estaban pensadas para desarrollar en ellas el buceo recreativo, algo que sí es incompatible con la pesca submarina», matiza Grau congratulándose de que, ahora, la reserva de El Toro sea «la joya» de las reservas de Mallorca. «Desde su creación en 2004 se ha incrementado por 254 los kilos de mero presentes en la zona. También hay un 40% más de escorballs», apunta.

Tras la de Migjorn, en la que la propia cofradía de pescadores de la Colònia de Sant Jordi, que goza en la actualidad de 57 licencias para que sus barcas de artes menores faenen en Cabrera, impuso más restricciones de las habituales, se creó en 2007 la reserva marina de Llevant. En esta nueva área sí se permitió la pesca submarina hasta que en 2016 se amplió con la parte estatal de sus aguas exteriores, momento en el que también se vetó la modalidad sumergida.

La última reserva marina de Mallorca es la de sa Dragonera (2016), en la que, como en la de Llevant, Madrid amplió la protección a las aguas exteriores de su competencia en 2019. En la actualidad no se puede arponear ninguna pieza en la zona.

Ya solo falta por proteger el litoral de la Serra, eterna reivindicación de la cofradía de pescadores de Sóller («las cofradías con reservas han comprobado que son las que sobreviven», apunta Grau), área a laque el jefe de recursos marinos ve una sola pega: la dificultad de su vigilancia en una zona despoblada y salvaje. Un área que puede erigirse en el último reducto de la pesca submarina en Mallorca.

La respuesta «Están creando cotos para la pesca profesional»

Andrés Sureda, seleccionador de pesca submarina durante 17 años y máximo responsable de pescasub en la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas, considera que la creación de reservas marinas «es un nuevo agravio a la pesca recreativa en general. Están creando cotos privados para la pesca profesional. En estas zonas están intentando masacrar la pesca más selectiva que existe», señala. Sobre la propuesta de Grau de limitar la potencia de sus fusiles, Sureda no quiere ni entrar a valorarla recordando que su alcance no supera los tres metros.

Erizos en un fondo rocoso de Mallorca. David Díaz

Erizos | La misma veda que Cataluña y Valencia para evitar que vengan 

Grau revela que en las islas solo se pueden extraer erizos entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo, al igual que en Valencia y en Cataluña «para evitar que vengan pescadores de esas comunidades a cogerlos en diferentes fechas».

Aquí no es costumbre comerlos a diferencia de lo que ocurre en la cornisa cantábrica y el motivo no es otro que las aguas baleares son menos ricas en nutrientes y provocan que sus huevas (la única parte comestible) sean escasas y supongan apenas el 1% de su peso global frente al 5% de los erizos cantábricos.

Un cardumen de serviolas. David Díaz

Serviolas | Ejemplares que llegan para quedarse en las islas

El comportamiento de una especie como las serviolas abona la pretensión de los diferentes centros de investigación marina de las islas y de la propia dirección general de Pesca de que Balears gestione su actividad pesquera con directrices diferentes a las que se aplican en la península. «Los verderols (serviolas jóvenes) llegan en septiembre y ya se quedan por los fondos de aquí, no cruzan al litoral peninsular», revela Grau recordando el daño que hizo a la especie un cerquero llegado de la península que pescó 15 toneladas en una sola noche. 

Reserva Marina de las illes del Toro y de les Malgrats DM

La unión de El Toro/Las Malgrats será una realidad en septiembre

El jefe de Recursos Marinos de la dirección general de Pesca del Govern prevé que la nueva reserva marina fruto de la unión de la de las Malgrats y El Toro ya sea una realidad a mediados del próximo mes de septiembre.

En estos momentos se encuentran estudiando las alegaciones presentadas al proyecto. Una vez contestadas, se remite al Consell Consultiu que, estima Grau, tardará en torno a dos o tres meses en emitir su dictamen. Habida cuenta que agosto es un mes inhábil, el responsable de Pesca cree que no estará lista antes de septiembre u octubre.

Sobre los nuevos usos de la reserva unificada, Grau revela que en El Toro se prohibirá todo tipo de pesca recreativa (hasta ahora se permitía en tres meses de invierno) y la pesca profesional se limitará a las barcas morunas y jonquilleras de Andratx. 

Con respecto a las Malgrats, mientras hasta ahora se permitía practicar la pesca de recreo (excepto la submarina, claro está) durante siete meses, a partir de ahora se impedirá cualquier actividad por la zona con la embarcación en marcha (curry y fluxa) y la pesca profesional se limitará nuevamente al jonquillo y a las almadrabas.

Sobre su extensión final, Grau garantiza que será la barajada inicialmente: desde Cala Figuera a la Punta des Castellot. 

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