El fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, celebró ayer la incautación del yate Tango en Palma y lanzó una advertencia: «Es nuestra primera incautación de un activo perteneciente a un individuo sancionado con estrechos vínculos con el régimen ruso. No será el último», señaló en una comparecencia pública.

«Los oligarcas rusos no pueden eludir las sanciones para vivir una vida de lujos mientras sufren los ucranianos inocentes», añadió la fiscal general adjunta, Lisa O. Monaco.

Durante el día de ayer, la Guardia Civil incautó el Tango, el majestuoso yate del oligarca ruso Viktor Vekselberg atracado en el Club Náutico de Palma a instancia de Estados Unidos. En una operación conjunta con el FBI y la Homeland Security Investigations (HSI), los agentes intervinieron diversa documentación y dispositivos informáticos para corroborar que la embarcación pertenece al multimillonario ruso.

Vekselberg, persona muy cercana al presidente ruso Vladímir Putin, no se encuentra incluido en la lista de oligarcas sancionados por la Unión Europea, pero está en el radar de Estados Unidos