La polémica exposición sobre micromachismos y violencia machista vuelve a exhibirse en la Estación Intermodal de Palma, esta vez reubicada junto a los trenes. Los operarios han procedido a lo largo de la mañana de ayer a su instalación, tras contar ya el Govern con el permiso que les faltaba del Consorcio de Transportes de Mallorca para trasladarla a los andenes. Eso sí, ni rastro de la polémica viñeta sobre un juez que se cuestiona la violencia ejercida sobre la mujer y que ha provocado una nueva brecha entre los socios del Gobierno central.

Con la muestra de la artista argentina Diana Raznovich ya recolocada, está previsto que se exhiba en la Estación Intermodal de Palma (al lado de los andenes) hasta el 13 de abril. Una nueva ubicación que limita el número de espectadores, ya que solo los viajeros acceden a las vías del tren, aunque desde la conselleria de Presidencia defendieron que esta modificación ya estaba prevista antes de que este departamento decidiera retirar uno de los 32 carteles que componen las dos secciones de la exposición.

Sea como fuere, la polémica continúa servida. A la denuncia de Raznovich en este diario de que su obra había sido «censurada», y consigo, limitada su libertad de expresión, se unía la de la Asociación para la Igualdad de Género en la Cultura, que mostró todo su apoyo a la artista. «La viñeta retirada invita a la reflexión mediante el ejercicio artístico de la sátira y no cuestiona al sistema judicial en su conjunto sino unos hechos concretos de personas en particular», sostuvieron en un comunicado, en el que reclamaban la restitución de la pieza retirada al verse «vulnerada la libertad de creación artística de Raznovich», además del «derecho de la sociedad a reflexionar y debatir de forma abierta».

También la Associació d’Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB) arropó a la dibujante argentina en su rol de artista y su derecho a la creación, aunque su presidente, Álex Ceball, confesó que «en ningún caso apoyamos el discurso del odio ni la ideologización». «La libertad de expresión acaba cuando comienza el discurso del odio», añadió. 

Según Ceball, se ha cometido un error por parte del IB-Dona y del Ministerio de Igualdad al exponer una obra tan controvertida con fondos públicos; de la artista al extrapolar un "caso aislado a todo el poder judicial"; y del sector «al exagerar». «No era para tanto. Lo podrían haber dejado», manifestó.

Para quien sí lo es fue para el Ilustre Colegio de Abogados de las Illes Balears (ICAIB), quienes, vía comunicado, criticaron la viñeta, asegurando que el mensaje de la citada ilustración «se aleja de la realidad que se vive día a día en los juzgados de violencia sobre la mujer y supone la banalización del esfuerzo que el conjunto de los operadores jurídicos». Y alertaron: «Podría llegar a desincentivar a estas mujeres a interponer la correspondiente denuncia contra su agresor» al pensar que el poder judicial no las protege.