La Fundación Barceló, con sede en Palma, recordó ayer que la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial. En concreto, según Naciones Unidas, una de cada tres personas en el planeta no tiene acceso a agua potable salubre, y más de 800 niños mueren cada día por enfermedades asociadas a la falta de higiene.

Por estos motivos, en 2020, la Fundación Barceló inició el proyecto Aguay+, gracias al cual este año se alcanzarán 125 pozos perforados ubicados en escuelas, comunidades y terrenos agrícolas, además de la instalación de infraestructuras hidráulicas y sistemas de regadío. Las acciones se centran en Kenia, Uganda y Burkina Faso; la fundación calcula que beneficiarán a más de 60.000 personas con acceso a un agua limpia y potable.

Sin embargo, la entidad solidaria recordó ayer la importancia de seguir trabajando en esta línea en el continente africano, pues la lucha por el agua representa «otra guerra» que vive el planeta: unas 2.400 millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes y letrinas, según Naciones Unidas, que también calcula que el impacto económico de no invertir en agua y saneamiento se calcula en el 4,3% del producto interno bruto (PIB) de toda la África subsahariana.