Las procesiones de Semana Santa vuelven en abril después de dos años sin celebrarse por la covid. El Obispado de Mallorca asegura que el tradicional acontecimiento se mantiene, aunque las cofradías todavía están trabajando para adaptar la festividad a la situación sanitaria.
Este año, los recorridos serán más cortos y el horario se reducirá con el objetivo de evitar las aglomeraciones, de acuerdo con un decreto del Govern que establece la normativa para los actos multitudinarios con más de 300 personas.
Mascarillas y antígenos
Los cofrades y participantes deberán llevar mascarilla para prevenir los contagios, y aquellos que marchen con la cara descubierta tendrán que presentar un test de antígenos negativo realizado en las horas previas. Los caperuzos, en cambio, están excluidos de estas medidas. Además, se ampliarán, en la medida de lo posible, las distancias interpersonales.
Esta semana, las asociaciones están ultimando los preparativos. El Obispado, que coordina todas las entidades de la isla a través del área pastoral de cofradías, prevé ofrecer una rueda de prensa en los próximos días para detallar los itinerarios y las restricciones que se tendrán que cumplir durante el evento, también aquellas que afecten a los feligreses que asistan. En principio, el público también tendrá que utilizar protección facial.
En cualquier caso, pese a las modificaciones por la covid, las fechas serán las mismas de siempre, con el Domingo de Ramos, el Jueves y el Viernes Santo, el sábado y el Domingo de Resurrección como efemérides más destacadas, aunque con el horario reducido y todavía pendiente de concretar.
Por otro lado, los responsables del área pastoral de cofradías son el sacerdote Antoni Cañellas y el secretario diocesano de Formación, Jaume Rigo, quienes coordinarán a los cientos de fieles de unas 250 cofradías que se darán cita en la celebración el próximo mes de abril.
