Hoy será difícil encontrar pescado fresco en las lonjas de Baleares ya que el 80% de su flota pesquera ha secundado ayer el primer día de parón de la actividad de los tres convocados a nivel nacional en protesta por el alza en el precio de gasoil que, denuncian los profesionales, no les permite rentabilizar sus salidas a faenar.

"Ha parado en torno al 80% de la flota de Baleares, tan solo ha salido alguna embarcación en Ciutadella y Maó", ha revelado Antoni Garau, secretario general de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores y gerente de la empresa Opmallorcamar que comercializa sus capturas.

Garau ha explicado que mientras el litro de gasoil estaba a 60 céntimos a comienzos de enero, su coste ahora se ha duplicado hasta los 1,2 euros, lo que hace totalmente inviable la actividad: no les compensa salir a faenar.

El parón pesquero, al que también ha contribuido el mal estado de la mar en estos días, se ha desencadenado al comprobar el sector cómo mientras los gobiernos de Francia, Italia y Portugal se han apresurado a adoptar medidas a favor de sus pescadores, el español se ha limitado a convocar una reunión el próximo miércoles con el ministro del ramo, Luis Planas, con la que los profesionales a priori no se muestran muy optimistas.

"El pasado día 17 Francia decidió subvencionar 0,35 céntimos por cada litro de gasoil. Paralelamente, Italia ha habilitado una línea de créditos totalmente bonificados de 35 millones de euros a pagar en 20 años", ha comparado Garau estas ayudas con la inacción del Gobierno central.

El secretario general no ha querido aventurar qué propuesta llevará el ministro Planas a la reunión del miércoles que, advierte, será decisiva para que los paros se suspendan o se prolonguen a lo largo de más jornadas. "Igual lleva alguna propuesta como una rebaja del IVA o ayudas de mínimos, pero estas deberán esperar al Consejo de Ministros de la semana que viene para su aprobación. O también puede que traslade la decisión a los acuerdos que adopte la Comisión Europea", ha barajado Garau estimando que ambas iniciativas llegarán tarde si se comparan con la rapidez de reflejos que han tenido los gobiernos francés e italiano con su sector pesquero.

"Nosotros queremos las ayudas para ayer y la Administración es muy lenta", ha admitido por su parte el presidente de las Cofradías de pescadores del archipiélago, Domingo Bonnín, que también admite que el mal estado de la mar ha favorecido que las barcas profesionales, sobre todo las de artes menores, hayan secundado el parón de la actividad que impedirá que durante la jornada de hoy sea casi imposible hallar pescado fresco balear en mercados y supermercados y en la que los consumidores se habrán de conformar con productos frigorizados, pescado congelado y piezas procedentes de piscifactorías.