Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La subida de la luz obliga a bares y restaurantes a cambiar sus menús

Se dan casos de pizzerias de barrio que están sustituyendo su oferta tradicional por bocadillos

Los restauradores lamentan la subida de costes que están sufriendo MANU MIELNIEZUK

El encarecimiento de la electricidad, del gas y de los alimentos ha llegado al punto de obligar a muchos negocios de restauración a modificar el menú que ofrecen a sus clientes al no poder asumir el coste que algunos platos suponen, según afirma el presidente de Restauración-CAEB, Alfonso Robledo.

Este representante del sector pone como ejemplo el caso de establecimientos de barrio que elaboraban pizzas y que se han visto obligados a modificar su oferta por bocadillos al no poder asumir el coste del horno, de restaurantes que han optado por evitar los platos gratinados para evitar tener que hacer uso de la salamandra por el elevado consumo de electricidad que genera, o de locales que han optado por modificar los platos que ofrecen para no tener que usar según que productos o reduciendo los fritos en un intento de ahorrar en aceite.

El problema, añade, se extiende a establecimientos de restauración de zonas turísticas que ya han hecho imprimir sus menús ante la inminente reapertura durante la Semana Santa, para encontrarse ahora con que la escalada en los precios hace inviable elaborar algunos de los platos que han incluido.

La restauración no es la única actividad que afronta el inicio de la temporada en abril con enorme preocupación. El presidente de la asociación de establecimientos de ocio nocturno (ABONE), Miguel Pérez-Marsá, recuerda que para una gran discoteca es necesario mantener el aire acondicionado encendido desde las 10 de la mañana y hasta las 6 de la madrugada si quiere que la sala tenga una temperatura adecuada, y subraya que con el actual precio de la electricidad el gasto que ello supone va a ser difícil de asumir.

En esta coyuntura ambos presidentes reconocen su malestar por el hecho de tener que subir los salarios en abril un 3,5%, especialmente porque en su momento desde estas organizaciones ya se denunció que ese incremento previsto en el convenio de hostelería (que en cuatro años sumaba un 17%) era excesivo y contaba inicialmente con el único apoyo de los hoteleros de Mallorca, que disponen de mayoría absoluta en la representación empresarial. Ambos lamentan ser exclusivamente «invitados de piedra» en esa negociación.

Un punto que se pone re relieve es que ese incremento salarial se aplica cuando las empresas no han obtenido todavía un volumen suficiente de ingresos con la llegada del turismo.

Compartir el artículo

stats