Los responsables de la patronal balear del transporte presentarán hoy ante la Delegación del Gobierno la convocatoria de un paro indefinido en el reparto de mercancías que se iniciará el próximo día 28, según anunció ayer el presidente de la agrupación que representa a este colectivo, Ezequiel Horrach.

En cualquier caso, se comunicó también que esta protesta no afectará a la distribución de productos de primera necesidad, como alimentos o medicamentos, de ahí que se insistiera en que la población no debe de recurrir al acopio de los mismos. Además, se aseguró que el objetivo es no tener que recurrir a esa protesta, sino pactar antes con el Govern balear un paquete de ayudas económicas para aliviar la situación de estas empresas y autónomos que permita desconvocar la citada medida antes de llegar al día 28.

El anuncio de este paro de camiones y vehículos de reparto se produjo por parte de Horrach al acabar la reunión celebrada durante la tarde de ayer por el Consejo Balear de Transportes Terrestres, en la que participó la presidenta Francina Armengol, y resultó evidente que no hizo la menor gracia a los representantes del Ejecutivo autonómico ante el temor a que provoque la alarma entre los ciudadanos y se produzcan de nuevo situaciones de compras masivas de algunos productos. De ahí la insistencia en que se trata de una protesta que podría desconvocarse durante los próximos días y en que no va a afectar al suministro de alimentos.

Porque pese a esa amenaza, el encuentro entre Govern, transportistas, sindicatos y asociaciones de consumidores se saldó con el compromiso de que se va a crear con carácter inmediato una mesa negociadora en el que el Ejecutivo autonómico y los empresarios van a negociar ayudas económicas para aliviar el problema que está suponiendo el fuerte encarecimiento de los carburantes y de otros suministros, y que está golpeando con especial dureza al sector de las mercancías, aunque alcance también a autocares turísticos, regulares o taxistas, entre otros.

En este sentido, el conseller de Movilidad, Josep Marí, recordó que durante la pandemia las Administraciones han sido capaces de poner en marcha el reparto de fondos públicos para aliviar a los sectores económicos más afectados, y se mostró convencido de que ahora se podrá hacer otro tanto con rapidez. En este sentido, apuntó que hoy se publicará en el BOIB la concesión de ayudas al sector por valor de unos cinco millones de euros, la mayor parte de fondos europeos para la renovación de flotas.

El segundo punto pactado es que el Govern va a intensificar la demanda al Ejecutivo estatal para que se reduzca cuanto antes la fiscalidad sobre los carburantes, con el fin de abaratarlos, y en este sentido se insistirá en el hecho insular y en que las islas pagan tradicionalmente unos precios más elevados que en la península.

Ezequiel Horrach agradeció al Govern que escuchara sus demandas y reconoció que algunas de las medidas reclamadas por el sector dependen más de Madrid o de la Unión Europea, pero defendió la convocatoria de un paro indefinido a partir del próximo día 28 alegando que la situación para su sector ya resulta insostenible y que no puede esperar al día 29 de este mes a que se apruebe la citada rebaja de la fiscalidad, como anunció el presidente español Pedro Sánchez.

En este sentido, advirtió de que aunque esta protesta no afecte a la alimentación, sí puede hacerlo sobre materiales de construcción, retrasando las obras que se están realizando en la planta hotelera y demorando su apertura, por citar un ejemplo.

Por otro lado, el conseller Marí afirmó que Balears no está teniendo problemas de desabastecimiento por las protestas en la península y Horrach añadió que los productos de primera necesidad están llegando, aunque se apuntó que algunos camiones están teniendo problemas para trasladarse hasta el archipiélago por la acción de los piquetes.