Funcionarios del Hospital Universitario de Son Espases han recibido hoy en su correo electrónico nóminas con los datos personales de otros trabajadores del mismo hospital, ha podido confirmar este diario. Fuentes de la conselleria de Salud han reconocido los hechos y los han atribuido el error a los servicios informáticos del propio hospital, una equivocación, han añadido, que ya se ha localizado, subsanado y que en ningún caso ha supuesto el cobro de nóminas por parte de personas equivocadas.

Las mismas fuentes también han asegurado que los hechos que se han producido no tienen nada que ver con el ciberataque sufrido por el Servei de Salut el pasado 30 de diciembre y que tampoco son consecuencia de los daños sufridos en el sistema, hasta la primera semana de marzo sin conexión exterior ni internet desde que fue cortada por infiltración masiva, lo que también afecta a todos los hospitales y centros de salud.

El ciberataque, que según el IB-Salut fue obra de un grupo de ciberdelincuentes presente en territorio español y muy activo, especialmente contra las administraciones públicas, afectó a 30.000 documentos personales, la mayoría consentimientos informados de operaciones, tratamientos y pruebas diagnósticas a pacientes.

El objetivo del ataque era el robo y posterior encriptación de toda la información personal y administrativa afectada para posteriormente pedir al Govern un rescate económico por su recuperación. Sin embargo, los autores no consiguieron su objetivo final por la rápida reacción de la Subdirección de los Servicios de Tecnología de la Información del IB-Salut, que el mismo día cortó todas conexiones con el exterior, retuvo la información y evitó de este modo que los piratas informáticos pudieran encriptar el enorme volumen de datos al que habían tenido acceso de forma ilegal. 

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Como respuesta al ciberataque, el Consell de Govern aprobará el lunes una inversión de urgencia de 449.172 euros, que permitirá adquirir un sistema de solución de doble factor de autentificación para reforzar la seguridad de los accesos; incorporar soluciones para detectar y dar respuesta a nuevas amenazas; y, finalmente, instalar un servicio de vigilancia y licencias de protección de servidores que permita el monitoreo continuado y el control de todas las aplicaciones.