La presidenta de la asociación Unión Kellys Baleares, Sara del Mar García, celebró ayer que la ley de Turismo obligue a utilizar camas elevables en los hoteles, aunque consideró esa medida «la punta del iceberg» de las reivindicaciones del colectivo, que lucha por que se vaya «más allá para atajar las cargas laborales. Si no las camareras de piso «seguiremos corriendo».

García, junto con la vicepresidente de Kellys Baleares, Rosa Fiteni, y otras integrantes del colectivo y de CCOO y UGT, mantuvieron una reunión en el Consolat de Mar con la presidenta del Govern, Francina Armengol.

La portavoz de las kellys ha calificado como una «buena noticia» que la reforma de la ley turística presentada el pasado viernes «se acuerde de los trabajadores, que han reflotado el turismo» y que se activen medidas encaminadas a reducir los accidentes laborales y las enfermedades profesionales.

«Si la carga laboral no se rebaja, aunque las camas sean elevables, tendremos que seguir haciendo las habitaciones corriendo», además de que aún hay trabajo por hacer para que se reconozcan sus enfermedades laborales en la práctica.

La presidenta Armengol recordó que el Instituto Balear de la Seguridad y la Salud Laboral (Ibassal) hará ese estudio. «En pleno siglo XXI no se puede permitir que un trabajador del sector turístico esté abocado a acabar su carrera con una enfermedad profesional», defendió.

Armengol se refirió también a que con la ley turística se atajará la problemática del estrés térmico en espacios con grandes cambios de temperatura como cocinas o lavanderías.

Por su parte la secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO, Silvia Montejano, y el secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, José García Relucio, resaltaron la «valentía» de la reforma de la ley turística.

García Relucio apuntó a que las críticas a la ley son de «intereses privados muy particulares» de Ibiza y Menorca. En su defensa de que la carga de trabajo se vea reflejada en el próximo convenio aseguró que «hasta ahora» se han encontrado con la «oposición frontal» de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca.

Montejano destaco también la urgencia de llevar a cabo el estudio de las cargas de trabajo, que permitirá medirlas «centro a centro» y, en caso de que sea necesario, se incrementen las plantillas para que terminen «los destajos» de los veranos.