La presidenta del Govern, Francina Armengol, aseguró ayer que «obviamente» la Iglesia «tiene que investigar» los casos de abusos a menores y, «si hay cualquier tipo de delito», ponerlo en manos de la Fiscalía para que sea juzgado y condenado. «Desde mi punto de vista, con las peores condenas posibles porque son hechos totalmente lamentables, denunciables y que nos avergüenzan como sociedad», añadió.

La presidenta hizo estas manifestaciones justo antes de entrevistarse con el nuevo obispo de Ibiza, Vicente Ribas Prats, y en respuesta a una pregunta sobre la investigación de presuntos abusos sexuales a menores dentro del ámbito eclesiástico y educativo.

Armengol destacó que en el problema de los abusos sexuales, «tanto sea de las personas que vienen de dentro de la Iglesia como de un ámbito más general», se tiene que «poner el foco sobre el explotador sexual o sobre el abusador», para que sea condenado por un comportamiento «absolutamente execrable». Al respecto, remarcó que Balears ha sido «pionera» desde el Consell de Mallorca mediante la creación de una comisión de expertos para la «prevención del abuso» a menores tuteladas, para que el agresor «pague» y para dar «protección del menor en términos amplios».

«Todas las instituciones que hayan podido tener casos, en este caso, la Iglesia Católica, deben hacer sus procesos internos y deben denunciar al explotador», señaló Armengol, para quien las instituciones deben trabajar juntas para «prevenir todos los abusos».