«El tiempo mínimo imprescindible». Esta medida temporal tan imprecisa es la que los ciudadanos de Balears deberán seguir llevando la mascarilla en espacios exteriores siempre y cuando no puedan mantener la distancia de seguridad, ha asegurado hoy la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras reunirse con la presidenta del Govern en el Consolat de la Mar.

Darias ha defendido su uso y ha revelado que la próxima semana las Cortes abordan la validación del decreto aprobado por el Gobierno el pasado 23 de diciembre recuperando la obligatoriedad de uso de la mascarilla en exteriores.

La ministra ha recordado que la medida se adoptó a petición de la mayoría de CC AA y que ahora como entonces para retirarla se escuchará a las diferentes regiones en el Consejo Interterritorial de Salud. Aunque subrayó que cuando se adoptó la obligatoriedad el pasado mes de diciembre la incidencia acumulada a 14 días estaba en unos 800 casos por 100.000 y ayer lo estaba en 3.139 por 100.000.

Así, ha abundado que la mascarilla se retirará «cuanto antes» y en el momento que se decida en el seno del Consejo Interterritorial de Salud «conjuntamente y desde la cogobernanza», insistió.

«Cada vez estamos haciendo más vida normal y hemos ido recuperando las relaciones sociales. Algunos elementos siguen con nosotros como también sigue el virus», ha interpretado la situación actual Darias.

También ha aludido la ministra a los fármacos orales contra la covid-19 que ya comercializa la farmacéutica Pfizer y cuyo uso fue autorizado ayer por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) al recordar que España y esta empresa han llegado a un acuerdo bilateral para adquirir 344.000 tratamientos que, ha asegurado, evitarían hasta un 89% de hospitalizaciones entre los pacientes tratados con ellos.

A estos fármacos habría que añadir la llegada de los adquiridos en la compra centralizada que llevará a cabo la UE para todos los Estados miembros. Darias ha añadido que se trata de unos fármacos catalogados como «medicamentos de uso en situaciones muy especiales» que deberán ser prescritos de forma muy específica para pacientes con determinadas condiciones.

También se ha referido a la subvariante de la ómicron conocida como ómicron sigilosa aunque la ministra ha aludido a ella como la BA.2, y de la que ha señalado que «no tiene un comportamiento muy diferente a la BA.1 (la ómicron original)» y ha detallado que en estos momentos circula más profusamente por países como Dinamarca, Suecia e India. 

Los datos de Darias no eran muy precisos porque habló de un caso en nuestro país cuando el pasado martes Microbiología de Son Espases reveló que la semana pasada documentaron hasta una decena de contagios por esta subvariante en Mallorca y Eivissa.

Tras volver a defender la importancia de vacunarse -«Es el arma más potente que tenemos contra la covid porque salva vidas», subrayó-, reforzó el mensaje señalando que una persona mayor de 60 años no vacunada tiene 7 veces más de posibilidades de infectarse, 14 de ingresar en un hospital, 27 de hacerlo en una unidad de críticos y veinte veces más de acabar falleciendo.

El recuerdo, al mes o esperar cinco

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló que la tercera dosis de recuerdo a las personas que se han infectado antes de ponérsela se puede dosificar una vez transcurrido un mes desde el contagio como se estaba haciendo hasta ahora o bien esperar los preceptivos cinco meses que decidió la comisión de Salud Pública el pasado martes y que ayer finalmente se plasmó en la última actualización de la estrategia de vacunación en este país.

Al ser preguntada por esta cuestión porque el Servei de Salut seguía poniendo la dosis de recuerdo tan solo transcurrido un mes del diagnóstico del contagio, la ministra salió presta en defensa del Servei: «Pues está muy bien puesta porque la recomendación pasa por poner el recuerdo entre las cuatro semanas y los cinco meses desde del contagio».

No obstante, la actualización del protocolo que rige la vacunación en este país especifica lo siguiente: «Considerando la evidencia actual disponible se aclara que el intervalo transcurrido entre la infección sintomática o asintomática por SARS-CoV-2, cuando ocurre tras recibir la pauta completa de vacunación, y la administración de la dosis de recuerdo, puede realizarse con un intervalo mínimo de 4 semanas, pero se recomienda su administración a los 5 meses tras el diagnóstico de la infección».

Tras la rueda de prensa, la consellera de Salud, Patricia Gómez,explicó a este diario que aquí también se dosificará transcurridos cinco meses y que mañana mismo trabajarán para ello.

El Servei de Salut también abordará el cambio en la pauta toda vez que ya tenía a pacientes citados en los centros de salud y en otros puntos de vacunación para inocularles la tercera dosis a las cuatro semanas de su último contagio.