El Col·legi Oficial d’Infermeria de les Illes Balears (COIBA) lamenta que la inversión y el esfuerzo que realiza Balears para formar enfermeras especialistas no llegue a repercutir en la salud de la población por falta de voluntad política.

“El Servei de Salut está formando enfermeras especialistas en familia y comunitaria, en pediatría, en salud mental, en geriatría y, a partir de este año, también en salud laboral, pero esto no se está traduciendo en enfermeras que ocupan plazas de especialistas porque la administración no garantiza que estas enfermeras puedan acceder a los puestos de trabajo para los cuales se han formado”, ha explicado Maria José Sastre, presidenta del COIBA. “Invertimos en formar enfermeras especialistas, pero esto no repercute en la salud de los ciudadanos, ya que muchas de ellas, después de haber acabado su formación, trabajan en puestos diferentes de su especialidad”, apunta Sastre.

Esto supone una pérdida muy importante de potencial en la atención sanitaria que reciben los pacientes, además de un desperdicio de la inversión que hace el IB-Salut en la formación, sin hablar de los esfuerzos realizados por las enfermeras para, primero, poder acceder a la formación de Enfermera Interna Residente y, después, trabajar durante los dos años que dura la residencia. La formación de especialistas requiere un gran esfuerzo por parte de las mismas enfermeras, que tienen que aprobar uno de los exámenes más difíciles al que se puede enfrentar un profesional sanitario y sacar plaza mediante el sistema nacional de formación sanitaria especializada (EIR), y por parte de los profesionales que las tutorizan a lo largo de su periodo formativo.

El núcleo del problema está en la ausencia de voluntad política para desarrollar el Decreto 45/2019, de 24 de mayo, por el cual se crean, se modifican y se suprimen varias categorías de personal estatutario en el ámbito del Servicio de Salud de las Islas Baleares. Este decreto creó en 2019 las figuras de enfermera especialista familiar y comunitaria, enfermera especialista en pediatría, enfermera especialista en salud laboral y enfermera especialista en geriatría; pero todavía no se ha desarrollado, ni se han reconvertido las plazas.

Esto hace que muchas de las enfermeras especialistas formadas en nuestra comunidad decidan trasladarse a otras comunidades donde sí se reconoce la categoría profesional de especialistas con puestos de trabajo específicos. A todo esto, hay que añadir que, aunque haya dos especialidades que están más desarrolladas en las Baleares, como son la de matrona (comadrona) y la de enfermera de salud mental, también faltan plazas específicas para estas especialidades.

Cincuenta mil especialistas en todo el país

 Esta falta de compromiso no es un problema únicamente de Balears. En toda España hay actualmente 49.926 enfermeras con el título de especialista, según las últimas cifras publicadas recientemente por el ministerio de Universidades. De ellas, 12.704 han seguido la formación sanitaria especializada y las otras han podido obtener el título a través del examen de la vía extraordinaria (un examen que convalida los conocimientos a aquellos profesionales con muchos años de experiencia, siempre que superen la prueba).

Esta situación supone un fraude hacia las enfermeras y también hacia los pacientes. Por eso, desde los diferentes colegios profesionales de enfermería se insiste en la necesidad de que las comunidades autónomas establezcan las categorías profesionales de especialistas, cataloguen los puestos de trabajo especializados, los retribuyan de acuerdo con la formación y doten las plazas con los enfermeros y enfermeras que dispongan de esta titulación.

En Balears, se han formado hasta el momento cerca de 350 enfermeras especialistas a través del sistema de formación sanitaria especializada de Enfermera Interna Residente, y los próximos años se espera un importante incremento, sobre todo en algunas especialidadesPara este 2022, Baleares dispone de 54 nuevas plazas para residentes de primer año, de las cuales 22 son en la especialidad de Enfermería familiar y comunitaria, 8 para Enfermería de salud mental, 14 para Enfermería obstétrico-ginecológica (matronas), 6 para Enfermería pediátrica, 2 para Enfermería geriátrica y 2 para Enfermería del trabajo.