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La escasez de coches en las islas se mantendrá hasta la segunda mitad del año

Los concesionarios de Baleares esperan cerrar 2022 todavía con las ventas por debajo de las registradas en 2019 al seguir los problemas de suministro

Las ventas de coches crecen a un ritmo inferior al previsto por la escasez de semiconductores.

En estos momentos se pueden alcanzar esperas de seis meses para poder adquirir algunos modelos de vehículos en Mallorca, una escasez que no se va a normalizar hasta el segundo semestre del presente año, según las estimaciones de la asociación balear de concesionarios de automóviles (ASEDA). Su presidente, Andrés Vidal, señala que los problemas de falta de semiconductores y los de logística han hecho que el pasado año se cerrara con un aumento de las ventas del 4,7%, superior al 1% estatal pero muy inferior al que se había previsto inicialmente. Se añade la advertencia de que a finales de 2022 probablemente todavía no se habrán alcanzado los niveles previos a la pandemia precisamente por el problema de los semiconductores, ya que aunque se irá paliando durante este año, previsiblemente no terminará de resolverse hasta la segunda mitad del ejercicio.

Pese a este crecimiento respecto a 2020, Vidal recuerda que las ventas de automóviles del pasado año solo han supuesto entre el 60% y el 65% de las que se alcanzaron en 2019, y lamenta que aunque en 2022 se espera un nuevo avance que puede rondar el 25%, será insuficiente para recuperar todavía los niveles de la prepandemia, manteniéndose en torno a un 15% por debajo de las cifras anteriores al coronavirus.

El problema se centra en el factor antes señalado: hay una fuerte demanda de vehículos nuevos, que crece cada año al envejecer el parque de automóviles de la isla, pero no se fabrican los coches suficientes para poder atenderla. Y esa situación no se solventará hasta entrado el próximo verano. Eso hace que desde esta organización empresarial se pronostique que su situación no quedará plenamente normalizada hasta 2023, año en el que ya se espera haber alcanzado un volumen de automóviles vendidos similar al que se daba antes de que apareciera la covid.

Impacto sobre otros sectores

Esta situación de escasez de vehículos está teniendo su impacto sobre otros sectores, al frenar la renovación de su flota de transporte (como podría ser el caso de las empresas de reparto), pero de nuevo este año se espera que sea especialmente visible en el sector del rent a car.

Ello se debe a la decisión de los fabricantes de limitar las ventas a estas empresas de alquiler, tal y como ya informó Diario de Mallorca el pasado mes de octubre, debido a que éstas pagan precios más bajos que los particulares, y en estos momentos la demanda de estos últimos es superior a la oferta disponible. 

Eso puede suponer, según los cálculos de la asociación balear de rent a car AEVAB que preside Ramón Reus, que durante esta próxima temporada turística circulen por las carreteras del archipiélago unos 70.000 turismos de alquiler, frente a los 120.000 de 2019.

Este problema alcanza también al ciudadano de a pie, que en estos momentos tiene que asumir esperas de meses para la adquisición de algunos modelos, lo que explica que la rápida reactivación que los concesionarios esperaban durante el pasado año se esté viendo lastrada por la falta de producto.

17.000 automóviles vendidos

Por lo que respecta al balance de 2021, las ventas registradas en Balears ascendieron a 17.000 vehículos, lo que supone el incremento del 4,7% antes señalado en relación a 2020, superior al 1% estatal, aunque hay que tener en cuenta que la caída balear con la llegada del coronavirus también fue superior.

La demanda del pasado año ha estado muy centrada en dos gamas de automóviles como son los turismos del segmento B (como los modelos Polo, Ibiza o Corsa), y en los 4x4 del segmento A (los todo terrenos más pequeños). Cada una de ellas ha concentrado aproximadamente un tercio de todas las ventas registradas en las islas. En este sentido, Andrés Vidal recuerda que las cortas distancias del archipiélago hacen que el consumidor apueste en buena medida por las motorizaciones bajas.

En cualquier caso, se destaca que la previsión de una buena temporada turística y la demanda que ha quedado embalsada a la espera de disponer de coches suficientes hacen que la previsión del sector sea que en el tramo final de este año las ventas registren un fuerte incremento una vez se disponga de los vehículos suficientes y se supere el problema de falta de stock que actualmente registran algunos concesionarios.

De este modo, se cree que en 2023 incluso los rent a car habrán podido reponer toda la flota previa a la pandemia.

Por lo que respecta al segmento eléctrico, su crecimiento en Baleares muestra una apreciable fortaleza, con una subida del 5% durante el pasado año, de nuevo por encima de la media española, ya que en el conjunto del país este aumento se ha limitado a un 2,7%.

Este impulso se va a mantener durante este año y los siguientes, según asegura el presidente de ASEDA, tanto por el apoyo que las Administraciones públicas están dando a esta tecnología como por el interés de los fabricantes en sacar estos coches al mercado para cumplir con sus cupos de emisiones contaminantes y evitar penalizaciones.

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