El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidió ayer la celebración ecuménica en la Catedral que reunió a las diferentes Iglesias cristianas. El de ayer fue uno de los actos principales de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que comenzó el pasado 18 de enero.
A las cinco de la tarde, miembros de las Iglesias y comunidades cristianas con presencia en la isla participaron en esta celebración ecuménica en la Seu.
Católicos, ortodoxos y protestantes han participado de diferentes actos durante esta semana de oración, que tiene por lema «Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo», en referencia a que «la luz de Cristo continúa iluminando las oscuridades de las personas y de los pueblos».
Esta semana de unidad finalizará mañana, con las vísperas solemnes en el convento de Santa Magdalena de Palma.
Según informó el Obispado días atrás, junto a los miembros de las Iglesias Ortodoxa Rusa y Ortodoxa Rumana, las Comunidades Eclesiales Sueca, Noruega, Luterana Alemana y Anglicana, así como las comunidades grecocatólicas rumana y ucraniana, han organizado una serie de celebraciones entre las que destacan el acto de ayer y el de mañana.
En esta semana, el obispo de Mallorca ha remarcado que pese a las diferencias, «hay una consciencia de ser una misma humanidad y un único cuerpo social religioso». «La fe en Dios nos tiene que mantener unidos y tiene que ser el fundamento de la hermandad y del sentido filial de los que profesamos la fe en un mismo Padre, el Dios Creador, fuente de todo amor y misericordia», en palabras del prelado.
