El frío ha llegado a España con una bajada general de las temperaturas, según ha explicado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Este fenómeno se conoce como 'Vaguada polar' que es una manifestación meteorológica que se da cuando una región de la atmósfera tiene la presión baja con respecto a las regiones próximas en el mismo nivel. Se dibuja una especie de V que dirige las presiones bajas hacia un lugar concreto. De esta forma, este fenómeno se centra en un lugar concreto donde está afectada España, al igual que el pasado mes de noviembre.

En esta semana se ha registrado una bajada progresiva de las temperaturas, especialmente en el este y el norte de la península. El cambio de masas de aire, además, ha provocado un aumento inusual de las precipitaciones en algunos lugares como las Islas Canarias, el Golfo de Valencia y Murcia.

Además, durante esta primera quincena del mes de enero, el tiempo está siendo influido por el anticiclón de la Azores que está trayendo viento del norte a zonas del litoral cantábrico y el noreste en el Mediterráneo que puede dejar precipitaciones en estas regiones. En Mallorca, se han detectado fuertes vientos en los últimos días además de algunas heladas débiles y temperaturas por debajo de la media que continúan en descenso.

La previsión es que el chorro polar muestre ciertas ondulaciones y pueda provocar el desplazamiento del anticiclón a zonas más septentrionales con la llegada de masas de aire frío a la península y Baleares. En cualquier caso, este fenómeno no irá acompañado de lluvias.

Se avecina una próxima 'Filomena'

El joven meteorólogo de 15 años que predijo el temporal de Filomena vaticina una primera quincena lluviosa y fría con nevadas de cota medio-altas, seguidas de dos semanas de nevadas intensas. Jorge ha especificado que la posición de la Luna revela que, aproximadamente, el 24 de enero se podría repetir un episodio como el que ocurrió a principios de 2021 y que paralizó el centro y este del país. Advierte que se verán heladas muy fuertes y mucho frío.

El burgalés de 15 años no utiliza ningún tipo de tecnología para anticipar qué tiempo hará y los fenómenos que se producirán y es que su sistema es totalmente tradicional ya que observa la naturaleza para entender e interpretar la señales, estudiando minuciosamente aspectos como la humedad de las piedras, los insectos, el vuelo de los pájaros o las nubes entre otros.