La directora general de Turismo, Rosana Morillo; el presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Francesc Antich; y el director para España de la patronal de cruceros CLIA, Alfredo Serrano, mantuvieron ayer una reunión para impulsar la logística de la reducción de cruceros en las islas. Todo ello en base al acuerdo cerrado el mes pasado en Hamburgo.

El objetivo es que las Baleares se conviertan en el primer destino nacional en lograr un compromiso de este tipo y el puerto de Palma reciba un 14,5% menos de escalas que en 2019. Morillo destacó la colaboración tanto de la APB como de las navieras.

El acuerdo de diciembre implica que este año solo llegarán en el mismo día a Palma tres cruceros, y solo uno de ellos tendrá una capacidad superior a 5.000 pasajeros, excepto 20 días de 2022.