Las Administraciones de Baleares también se están viendo afectadas por la escalada de bajas laborales provocada por la sexta ola de la covid, con un impacto especialmente evidente en el caso del personal sanitario. Para este colectivo, el año se ha iniciado con la cifra de profesionales contagiados por el coronavirus más elevada de toda la pandemia, con casi 400 casos, un número que más que duplica el que se daba una semana antes. A ellos hay que sumar más de un centenar que se encuentran en vigilancia o aislamiento por haber sido contacto estrecho con algún positivo, lo que les impide trabajar.

Menor es el impacto en los Servicios Generales de la Comunitat Autònoma, con solo un 2% del personal de baja por la covid, lo que supone unas 80 personas, según los datos facilitados por el departamento de Función Pública.

Esta debilitamiento en la estructura de trabajadores públicos tiene su correspondiente efecto en las empresas, según se apunta desde las patronales CAEB y PIMEM. El gerente de la primera, Sergio Beltrán, y el presidente de la segunda, Jordi Mora, subrayan que son muy numerosos los casos en los que el empleado se encuentra confinado sin poder acudir a su puesto de trabajo y sin que la empresa haya recibido la correspondiente baja, que puede llegar con entre cuatro y siete días de retraso. En cualquier caso, desde estas organizaciones se señala que las empresas son conscientes del problema, y están manteniendo una notable flexibilidad ante este tipo de situaciones.

Este tipo de problemas se multiplican debido a que no se limitan a los casos en los que los asalariados que no pueden acudir a su puesto por estar enfermos no han conseguido la baja, sino que otros que ya se encuentran recuperados tardan días en obtener el alta del médico.

Esta escasez de funcionarios, dado que Navidad también es un periodo con mucho personal de vacaciones, hace igualmente que las tramitaciones y la obtención de licencias se demore, según se añade.