Es una tradición de valientes sin temor a pillarse un resfriado y con ganas de echarse unas risas cuando se hace un grupo. Este 2022 no han faltado los más audaces bañistas que sin miedo a las bajas temperaturas, sumado al cielo nublado que han inaugurado este 1 de enero en Mallorca, han decidido empezar el año con un baño en el mar en pleno solsticio de invierno.

Con las aguas del Mediterráneo a 14 grados, y en el exterior una máxima de 19 grados, cuadrillas de amigos y otros atrevidos en solitario se unieron esta primera jornada del tercer año de la pandemia a la riada de amantes de los chapuzones en todo el mundo.

Primer baño del año en Ciutat Jardí, en Palma. Cati Cladera

Los bañistas no tuvieron suerte con los rayos de sol, pero sin duda fue un aliciente que en este anómalo inicio del 2022, el invierno sigue siendo suave. El frío no se hizo presente como toca en enero, todo un golpe de fortuna para los nadadores que se vieron en Can Pere Antoni, Ciutat Jardí o en Illetes, entre otras playas de Palma. En el resto de la isla también se siguió con esta costumbre de aquellos que confían en los beneficios de los baños en el mar en invierno para mejorar la circulación de la sangre y reafirmar la piel, combatir el estrés o la resaca de la Nochevieja o simplemente para divertirse.