Varios de los migrantes marroquíes encarcelados por la fuga masiva del avión patera en Son Sant Joan han declarado ante la jueza que la huida fue «improvisada» y que no habían planificado la acción. Según su versión, su intención era llegar a Estambul y desde allí entrar en Europa de forma irregular. «El plan era llegar a Turquía y emigrar a otro país cercano», explicaron estos acusados ante la magistrada. Además, niegan conocer el grupo de Facebook donde según la investigación se habría gestado el desvío del avión a Palma e incluso aseguran que no se conocían entre ellos. También niegan haber actuado de forma violenta para salir de la aeronave, de la que se marcharon de forma «tranquila» y «sin obstáculos», según sus declaraciones.
La titular del juzgado de instrucción número 6 de Palma, encargada del caso, no da crédito a sus explicaciones. En un auto donde acuerda mantener en prisión a los migrantes por delitos de sedición y coacciones, insiste en que los indicios recabados apuntan a un «plan preconcebido» para provocar el aterrizaje de emergencia del avión en España y que actuaron de forma «tumultuosa y sediciosa».
Los cuatro migrantes que fueron arrestados el 16 de noviembre -once días después de la fuga- en sa Pobla mantienen versiones muy parecidas de lo ocurrido. Uno de ellos relató hace unos días en el juzgado, a través de videoconferencia desde la cárcel de Palma, que no conocía ni al pasajero cuya indisposición propició el aterrizaje en Palma ni al resto de fugitivos. Según dijo, viajaba en el vuelo de Air Arabia con el único plan de «llegar a Turquía, permanecer un tiempo allí y después emigrar a otro país cercano». Contó que viajaba con una mochila como único equipaje y con 380 euros en efectivo y negó tajantemente haberse concertado con el resto de acusados para desviar el avión a Mallorca.
El joven marroquí explicó que la fuga del avión fue «improvisada» y afirmó que ni empujó a nadie para escapar ni vio a nadie hacerlo. La salida del aparato fue «tranquila y sin obstáculo», aseguró. Ya en la pista, corrió para salir del aeropuerto, aunque no dijo por dónde lo hizo. Sus primeros movimientos en Mallorca fueron acudir a un bar junto a varios de los fugados, donde buscaron ayuda para cobijarse. Los otros sospechosos que fueron capturados junto a él en sa Pobla ofrecieron versiones muy similares.
Los cuatro fueron arrestados en esa localidad por la Policía Nacional y la Guardia Civil y desde el 17 de noviembre permanecen en prisión preventiva, al igual que los 12 que fueron arrestados en las horas siguientes a la fuga y otros tres capturados en Sencelles a finales de noviembre. Seis de los huidos siguen en paradero desconocido.
Varios abogados han recurrido la decisión de la jueza de mantener en prisión a los sospechosos. En sus alegatos, algunos de los letrados comparan lo ocurrido en Son Sant Joan con la llegada de una patera a cualquier playa de Mallorca y sostienen que en ningún caso han cometido delitos de sedición, sino meras infracciones de la Ley de Extranjería o en todo caso delitos leves de desobediencia y coacciones. Las defensas solicitan la puesta en libertad de los acusados y critican que no se individualicen los hechos delictivos imputados.
Dudas sobre la competencia de la Justicia española
Varios abogados de los migrantes acusados por la fuga masiva del avión en Palma han planteado que el caso no puede ser juzgado en España porque ocurrió en pleno vuelo entre Marruecos y Turquía. La magistrada encargada del caso señala que deberá aclararse cuándo empezó a encontrarse mal el pasajero que forzó el aterrizaje en Mallorca y dónde estaba en ese momento el avión para determinar si los tribunales españoles son competentes para enjuiciar lo ocurrido. En este sentido, la jueza señala que será la tripulación del vuelo de Air Arabia, que cubría la ruta entre Casablanca y Estambul, quien deba aclarar estos extremos cuando preste declaración en la causa.
