Diario de Mallorca

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Entrevista
Marta Vall-Llosera Decana del Colegio de Arquitectos de les Illes Balears (COAIB).

Marta Vall-Llosera: «Habrá que abordar el debate de limitar la venta de casas a extranjeros»

«Conseguir acabar una obra es casi una carrera de obstáculos» u «Es urgente sacar el decreto autonómico para poner en funcionamiento las ayudas europeas a la rehabilitación»

Marta Vall-Llosera posa para la entrevista concedida a este diario en la sede del COAIB. | B. RAMON

El colectivo ha sorteado la crisis derivada de la pandemia sin sufrir daños significativos. Vall-Llosera espera que las ayudas europeas a la rehabilitación supongan un acicate y critica el retraso «cronificado» de las administraciones a la hora de conceder licencias.

El retraso de las administraciones a la hora de conceder licencias es un problema crónico en las islas. ¿Esperan que en 2022 pueda solucionarse?

Es un problema crónico que además se ha ido cronificando; hace unos años no era tan grave. Queremos detectar los problemas puntuales que hay en diferentes ayuntamientos y esperamos que hablando con ellos podremos mejorar la gestión. También hay que dar más facilidades a los arquitectos para que puedan hacer consultas.

¿Cuánto tiempo se tarda en Mallorca en lograr una licencia?

Hace unos años hicimos unas encuestas y el tiempo de tramitación estaba en dieciséis meses de media. Teniendo en cuenta que hay ayuntamientos que cumplen, y otros en los que los retrasos son muy grandes, como el de Eivissa.

¿Qué representan estas demoras para un despacho de arquitectos?

Un colapso, como para todos. Pero no solo es el tiempo de tramitación; a veces también hay dificultades durante la ejecución de la obra porque te encuentras con todo el aparato administrativo para hacer una modificación. Acabar una obra es casi una carrera de obstáculos. Los ayuntamientos tienen que dotarse de los recursos adecuados, y tiene que haber una interlocución más directa con los técnicos que informan de los proyectos. Esto afecta a los arquitectos, y también a los promotores y a los ciudadanos de a pie.

Durante la pandemia el Govern quiso agilizar esos trámites sustituyéndolos por una declaración responsable, una fórmula que ustedes siempre han criticado. ¿Ha generado problemas?

Siempre hemos dicho que la declaración responsable no solo no solventa el problema, sino que lo aplaza en el tiempo y además con repercusiones mucho más graves. Por los datos que tenemos, se ha utilizado de manera muy limitada por la inseguridad que genera. Pero también sabemos que ha habido incidencias con declaraciones presentadas que no lo eran, y por incidencias en obras ejecutadas que no se ajustaban a la realidad.

Los fondos europeos son una oportunidad para impulsar la rehabilitación. ¿Esperan una gestión ágil de esas ayudas?

Tenemos que establecer mecanismos para agilizar la tramitación porque las ayudas europeas tendrán un tiempo de ejecución limitado y eso significa que si no se llega a esos plazos, las perderemos. Hará falta que nos organicemos muy bien. Como punto de partida, es urgente sacar ya el decreto autonómico para ponerlas en funcionamiento. Como Colegio hemos ofrecido nuestra colaboración para revisar la documentación y ser punto de información y asesoramiento.

«Las declaraciones responsables se han utilizado muy poco por la inseguridad que generan»

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El 70% del parque de vivienda de Mallorca es anterior a los años 80. Eso significa mucho trabajo de rehabilitación en los próximos años.

Sí. Era una apuesta anterior a esta crisis porque ya hablábamos de emergencia climática. La incidencia que tiene el parque edificado es muy importante a nivel de contaminación y de consumo energético. Hay que tener en cuenta que tenemos un índice de rehabilitación muy bajo. La Unión Europea recomienda un 3%, pero en España está en el 0,15%.

¿Cuándo los arquitectos de las islas harán más rehabilitación que obra nueva?

Nos falta mucho camino por recorrer. La obra nueva está enfocada en viviendas de alto standing, se está haciendo muy poco plurifamiliar si lo comparamos con otras épocas. Nos falta concienciarnos de que tenemos que renovar barrios y rehabilitar el parque que ya tenemos. De hecho, el futuro de nuestro sector está en la rehabilitación.

¿Qué se puede hacer para que se construya vivienda para todo el mundo?

Estamos muy atrás en todo lo que es vivienda pública desde hace años, aunque al menos ahora la Ley de Vivienda balear prohíbe la venta de parque público. Las políticas de vivienda a precios asequibles necesitan el medio y el largo plazo. El problema que tenemos en Balears es tan grande que no lo resolveremos ni en una legislatura, ni en dos. Y siendo consciente de que la administración pública tiene la capacidad que tiene, se tendría que ir a colaboraciones público-privadas para incentivar al sector privado para que haga vivienda ya no pública, pero sí a precios asequibles.

La mayoría de esos compradores de vivienda de alto standing son extranjeros. ¿Hay que abrir el debate sobre limitar la venta de viviendas a este colectivo?

Es un debate difícil, pero que tendremos que abordar. Porque es verdad que la propiedad está pasando a manos de personas de fuera de las islas.

Poner trabas a esos compradores significaría que los arquitectos perderían clientes muy importantes.

Sí, pero también es verdad que preservar el territorio y el entorno es importante, y a lo mejor se pueden estudiar fórmulas. Vale la pena abrir el debate.

«La obra nueva está enfocada en viviendas de alto standing, se hace muy poco plurifamiliar»

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¿También hay que empezar a pensar en que los edificios crezcan en altura?

Posiblemente. Nuestro territorio es limitado y precisamente una de las apuestas del plan general de Palma es aumentar densidades en algunas zonas. Hay que tender al modelo de ciudad compacta, que es el que funciona porque establece un mínimo de habitantes por barrio que permiten dotaciones de servicios básicos. También contribuye a paliar el cambio climático porque evita desplazamientos innecesarios en coche.

¿Habrá otra burbuja como la que estalló en 2008 o hemos aprendido la lección?

Espero que hayamos aprendido la lección. No hay indicios de que vaya a haber una burbuja porque en número de viviendas estamos muy por debajo de las cifras del año en que estalló todo. Sí hemos detectado que a nivel de presupuestos estamos prácticamente igual porque se hace mucha vivienda unifamiliar de estándares muy altos.

¿Nos tendremos que acostumbrar a ver placas fotovoltaicas en los terrados de Palma?

Vamos en esta línea. Pero siempre queda la preocupación por la parte estética y se tiene que hacer con el máximo cuidado porque las ciudades tienen que mantener su identidad. Tenemos que preservar la buena arquitectura y desde aquí pido que se haga con responsabilidad.

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