La relación entre los gobiernos de Balears y Cataluña parece cada vez más estrecha, sobre todo si tenemos en cuenta la escasa vinculación con el expresident Quim Torra. En el día de ayer se reunieron en el Consolat de Mar la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para tratar temas comunes de ambas regiones: la necesidad de fijar una postura común respecto al infrafinanciamiento, pedir más recursos extraordinarios para hacer frente a la pandemia o trazar las líneas de actuación respecto al cambio climático.

Armengol reconoció ante los medios que muchos de los problemas de Balears son «similares» a los de Cataluña porque «si pudiéramos gestionar los recursos de nuestros territorios tendríamos más herramientas», y argumentó que supondrían «beneficios compartidos y mayores recursos» si fuera así.

El presidente catalán, por su parte, fue más contundente y vio en la reunión una oportunidad para aclarar algunas cuestiones referentes a la ligazón con Balears. En su intervención volvió a afirmar que Cataluña necesita «toda la responsabilidad» en materia fiscal y reconoció que los horizontes políticos no son los mismos.

Una de las cuestiones en las que hubo mayor consenso entre las partes fue la petición de más recursos de los fondos covid para hacer frente a la situación sanitaria surgida de la pandemia. Ambos dirigentes espetaron que se trata, en gran parte, del mismo problema: el infrafinanciamiento. «En Catalunya creemos que es un problema estructural del Estado. Vemos que tenemos unas necesidades inmediatas y las posiciones en el Estado son muy dispares», acuñó Aragonès.

La presidenta de Balears se sumó a la crítica emitida por su homólogo catalán y defendió en varias ocasiones que «generamos muchos más recursos» porque las islas son «las segundas en aportar y las novenas en recibir». Este argumento ya ha sido esgrimido por la socialista durante buena parte de sus intervenciones del último año. Hay que tener en cuenta que cada balear recibe casi 450 euros menos de los que recibiría si la repartición fuera distinta.

Por ello, pidió más gestión fiscal para hacer frente a problemas como el de la población flotante porque «supone una inversión de recursos públicos mucho mayor» de la que prevé el Gobierno. La socialista cree que no es «justo» que exista un histórico de infrafinanciación y otras comunidades salgan beneficiadas ya que «todos debemos tener la misma disponibilidad de recursos»: «Ningún presidente quiere perder en esta negociación, pero desde 2014 no ha cambiado nada». Esta afirmación llega en la misma semana en la que se han reunido los presidentes de Galicia, Asturias, La Rioja, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria y Extremadura, que representan a la llamada ‘España vaciada’ frente a la ‘España que se llena’ que incluiría a Balears, Cataluña o Comunidad Valenciana.

La sentencia del Supremo sobre el catalán reabre el debate en Balears 

La presidenta del Govern explicó ayer que, a diferencia de lo que ha sucedido en Cataluña, esta sentencia no afecta al modelo actual de Balears porque «venimos de una historia de consenso dentro del mundo educativo». Asimismo, recordó que aquí se aplica el Decreto de Mínimos y «nunca ha tenido oposición jurídica». Esta medida fue una de las «prioridades» en la negociación del Pacto con Més per Mallorca que dio el gobierno a la socialista en 2019. En ese sentido, Armengol quiso hacer hincapié en la necesidad de defender la enseñanza en catalán como un elemento fundamental de «cohesión y normalización de nuestra lengua propia»

Reivindicación

Los dirigentes y el expolítico Xavier Domènech fueron los encargados de concluir las jornadas dedicadas a ensalzar el legado del escritor y político mallorquín Gabriel Alomar. Durante sus intervenciones defendieron también la necesidad de crear espacios comunes entre Balears, Cataluña y Comunidad Valenciana para afrontar el futuro con garantías de éxito.