El Govern reconoce que tienen "muy poco tiempo" para negociar la limitación de la llegada de cruceros a Palma y recuerda que, si no se fija una posición conjunta con el Ayuntamiento, "no será vigente hasta 2023". Hay que recordar que si no se llega a un acuerdo, no existirá la posibilidad frenar la llegada de cruceros, lo que supondría un fracaso político para el Pacto.

El portavoz del Govern, Iago Negueruela, cree que deben buscar "todas las posibilidades" para llegar a un acuerdo que suponga una "regulación y un reordenamiento" de la llegada de cruceros para que se haga de forma ordenada. "Hay que llegar a un acuerdo porque no tenemos instrumentos regulatorios legales, ya que son competencia del Estado y de la UE", ha añadido.

Como publica hoy este diario, el principal punto de fricción radica en el tope diario de cruceros que deben amarrar en el puerto palmesano. El alcalde de Palma, el socialista José Hila, mantiene una posición más moderada que las pretensiones de su socia de Més per Mallorca Neus Truyol. El Govern defiende su postura de limitar el número de llegadas actuales, pero no aclara cuántas embarcaciones deberían llegar cada día a Palma.

"Debemos ser uno de los primeros puertos del Mediterráneo en hacer este trabajo", ha añadido en referencia a las limitaciones. Ha explicado que están buscando puntos de acuerdo y ha recordado que actualmente no existe ninguna limitación y "solo tenemos las posibilidades que tiene el puerto y su capacidad".

Según informó IB3, la industria tiene previstas 528 escalas en Palma el año que viene, un 139% más que en el presente ejercicio, aunque supone un 12% menos que en 2019, antes de la parálisis por la covid.