Tras la sentencia que condena a un profesor por acosar a una compañera de trabajo en el IES Madina Mayurqa, la víctima ha escrito una carta a todos los claustros de profesores de la isla para explicar el caso y la “situación absolutamente inaceptable” que ha provocado la conselleria de Educación al ningunear su su sufrimiento, calificado por la jueza como "violencia psíquica", “a pesar de tener unas leyes de Igualdad que deberían protegernos a todos”, como destaca la víctima, Mariluz Esún.

Esta es la carta enviada a los claustros:

Queridos compañeros y compañeras,

Mi nombre es Mariluz Esún y soy profesora en el IES Madina Mayurqa. Desgraciadamente algunos ya me conocen porque en junio tuve que salir en prensa denunciando la negligencia absoluta de la Conselleria de Educación por no poner en marcha ningún protocolo cuando comuniqué a mi directora, y ella a Inspección, que la situación que estaba sufriendo ya era intolerable y que mi familia y yo necesitábamos que alguien detuviera a un compañero de trabajo que no tenía ninguna intención de respetar que NO ES NO.

Si en algún momento alguien ha tenido alguna duda, quiero dejar bien claro que mi salida en prensa en junio no era ni mucho menos para denunciar a mi excompañero, que se merecía su presunción de inocencia y a quien denuncié ante la policía viendo que no había otra forma de detenerlo. Mi denuncia pública era por la vulneración por parte de Conselleria de mis derechos, dejándome absolutamente abandonada y desatendida ante la situación que estaba sufriendo, aunque las Leyes de Igualdad de 2007 obligan a las empresas a tener, dar a conocer y activar protocolos de prevención y actuación en caso de acoso sexual o por razón de sexo. Este señor acaba de ser condenado por coacciones, aunque evidentemente, él tiene derecho a apelar puesto que la sentencia todavía no es firme. Pero esta sentencia no cambia la obligación que tenía la Conselleria de actuar cuando pedí ayuda.

Esta es la cronología real de los hechos: en marzo 2020 informo a la directora de la situación, en mayo el inspector se reúne con mi excompañero para recordarle que debe respetar a sus compañeros y le aprueba la fase de prácticas de funcionario (el inspector obvia que la ley obliga a activar el protocolo y durante este protocolo a entrevistarse con la denunciante. También obvia que la ley de Función Pública dice que entre mis derechos constan "el ser tratada con respeto y consideración" y "recibir protección en materia de prevención, seguridad y salud en el trabajo". Que la propia ley considera como muy grave "el acoso sexual o psicológico" y como grave "la tolerancia del personal superior jerárquicamente respecto de la comisión de faltas muy graves o graves del personal que depende”). El inspector comunica a mi directora sus actuaciones pero nunca a mí directamente demostrando un desprecio absoluto a mi persona. Octubre 2020 empiezo a pedir explicaciones a la conselleria de sus actuaciones ya que el excompañero me sigue molestando. Inspección nunca contesta ninguna de mis peticiones presentadas y registradas (solo lo hace día 15 de junio 2021, día en que salgo en prensa). 6 de noviembre 2020 presento denuncia ante policía porque la situación es insostenible y le comunico al inspector. 30 de noviembre el inspector informa a Personal Docente de un posible caso de acoso.

Ante todo, quería agradecer su apoyo (a los claustros de profesores) durante todo el mes de junio. En segundo lugar, ahora que ya tengo una sentencia que condena a mi excompañero de trabajo por coacciones, quiero dar un paso más y exigir responsabilidades a una conselleria de Educación que ha demostrado no tener ningún respeto por los derechos de su personal docente.

Adjunto una foto con compañeros del IES Madina Mayurqa y ahora sí, haciendo públicos todos los pasos dados y las instituciones y organizaciones a las que he pedido ayuda y prefirieron mantenerse en silencio, convirtiéndose así en cómplices. Algunos han mantenido silencio, otros han mentido. Estos organismos e instituciones a los que he contactado a lo largo de todo este tiempo son IBDona, centro de información de la Mujer del Consell de Mallorca, PSIB, Més, Podemos y, obviamente el responsable directo, la conselleria de Educación. Algunos me han contestado con excusas estúpidas como que el caso estaba judicializado y, efectivamente, mi caso contra ese señor estaba judicializado, no así la negligencia y vulneración de mis derechos como trabajadora por parte de la Conselleria. Otros me contestaron diciendo que lo pasaban en el departamento correspondiente y nunca más se supo. Otros no contestaron. Y de todas, las dos organizaciones más perversas e hipócritas fueron las que pusieron en una parte de balanza mis derechos como mujer y en la otra los intereses políticos, y se decantaron claramente hacia lo último sin lugar a dudas. Mujeres que no se atreven a causar ruido político, diciéndonos a otras mujeres que seamos valientes y denunciames. Sin palabras.

Al tener sentencia firme, mi abogada abrirá la vía administrativa para exigir responsabilidades a la conselleria de Educación. Sé que mis recursos para sufragar esta lucha son limitados y que es una situación de David contra Goliat, ya que la administración tiene recursos, gabinete jurídico, gabinete de prensa y todo lo imaginable al alcance para que mis derechos sigan sin ser reconocidos. Pero me queda la esperanza de que sean capaces de reconocer los errores, asumir responsabilidades, asegurarse de que casos como el mío no vuelven a ocurrir y pedir disculpas a todo un colectivo.

Quiero agradecer a todos mis compañeros su apoyo. No puedo expresar con palabras haberme sentido tan acompañada. El día que llegaba a los juzgados de Vía Alemania me temblaban las piernas pero al llegar vi a amigos y compañeros y me dieron el último empujón de fuerza que necesitaba. Pude mantenerme firme y que no me temblara la voz al hacer mi declaración durante el juicio.

Por último, sólo quiero decir que sé las consecuencias que todo lo que estoy haciendo pueden tener. Si miro en positivo, quizás consiga que se nos conceda el respeto que merecemos y que se respeten nuestros derechos como trabajadores. No puedo pasar por alto que me he encontrado con un departamento de Inspección que considera que no debe rendir cuentas a nadie, una Jefa de Personal Docente que desconoce que la ley hace años le obligaba a tener un protocolo y que no tiene ninguna intención de pedir disculpas a las miles de personas que trabajamos como docentes y un señor conseller que ni siquiera se toma las molestias de iniciar una investigación interna y prefiere salir en prensa y declarar que se dieron los pasos correctos y que el servicio de riesgos laborales hizo un seguimiento del caso. Estas declaraciones son falsas. Si miro de una forma más realista y partiendo de lo que he vivido en estos dos últimos años, posiblemente acabaré pagando mi atrevimiento de algún modo. En cualquier caso, pesa más mi dignidad.

Atentamente,

Mariluz Esún