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Las viviendas de menos de 300.000 euros se paralizan en Mallorca

Los promotores inmobiliarios advierten de que los proyectos más asequibles no pueden asumir el encarecimiento de los materiales

El aumento en el precio de los materiales tiene menos impacto en los proyectos de alto nivel. G.Bosch

La escasa vivienda asequible que se edifica en Mallorca está siendo expulsada del mercado debido al fuerte encarecimiento de los materiales. Según pone de relieve el vicepresidente y portavoz de la asociación balear de promotores, Bartolomé Mayol, durante los próximos meses va a resultar prácticamente imposible adquirir una residencia de nueva construcción en la isla cuyo precio se sitúe bajo la barrera de los 280.000 a los 300.000 euros, por la simple razón de que se van a paralizar a la espera de que el valor de los suministros se reduzca (no se espera que lo haga hasta después del verano de 2022 a causa del ‘cuello de botella’ que se ha generado en su transporte) o porque se va a optar por elevar el precio y redirigir el producto hacia un cliente de mayor poder adquisitivo. Eso va a intensificar todavía más el grave problema de acceso a una vivienda de los mallorquines. En este aspecto, Mayol subraya que «llevamos años diciendo que viene el lobo y no nos creían. Pues bien, el lobo ya está aquí».

Tanto el vicepresidente de la patronal de promotores como la gerente de la asociación de constructores de las islas, Sandra Verger, coinciden en que la fuerte subida en el precio de los materiales de construcción no va a frenar de forma significativa los nuevos proyectos de edificación residencial, por la simple razón de que la inmensa mayoría de los que se ponen en marcha en Mallorca están dirigidos a una clientela de alto poder adquisitivo que es poco sensible a los incrementos en el valor del inmueble que pretenden adquirir. O lo que es lo mismo, una gran parte de lo que se está construyendo se enmarca en la categoría de «vivienda para ricos», según la expresión que se ha venido utilizando desde el propio sector.

Pero Bartolomé Mayol subraya que aproximadamente un 20% de las nuevas residencias que se sacan al mercado en Mallorca se estaban moviendo por debajo de los 300.000 euros, algunas entre los 200.000 y los 250.000. Aunque este precio sigue siendo demasiado alto para que pueda ser asumido por las clases medias-bajas, especialmente por los jóvenes, al menos sí podía situarse al alcanza de las que se podrían calificar como medias y medias-altas.

En muchos casos, el promotor lograba mantenerse dentro de esa franja al obtener el suelo, enormemente caro, por la vía de la permuta y tras largas negociaciones con su propietario. Esta fórmula supone que se obtiene el solar rebajando su precio inicial pero a cambio de ceder al dueño del terreno alguna de las viviendas o los bajos del edificio para su alquiler.

Sin margen de beneficio

Pero este tipo de promociones, con el precio más ajustado, ofrece también un margen de beneficio más reducido, que ha saltado por los aires con la subida del valor de los materiales. Según Mayol, solo deja dos opciones al empresario, que consisten en paralizar el inicio de las obras hasta que la situación mejore, o redefinirlo para hacer una vivienda más cara dirigida a una clientela de mayor poder adquisitivo, a la que no le importará pagar más. Eso supone expulsar definitivamente del acceso a un inmueble nuevo a una buena parte de la población mallorquina.

Un 20% de las nuevas promociones no superaban los 300.000 euros por vivienda y son las más afectadas

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Como ejemplo, señala que poner en marcha en estos momentos vivienda de protección oficial es una misión casi imposible, lo que explica que ésta prácticamente está desaparecida de la isla.

Añade que esta situación no está dejando mas remedio al promotor que cubrirse las espaldas ante la posibilidad de que la escalada en el coste de materiales continúe. De este modo, en las ventas sobre plano (antes de iniciar las obras), si inicialmente tenía previsto vender las viviendas a 300.000 euros, opta por poner un precio de 350.000 ante el temor a que durante la ejecución del proyecto los materiales sigan aumentando su valor y reduciendo el margen de beneficio.

El vicepresidente de los promotores inmobiliarios señala que estas tensiones se registran ante un encarecimiento medio de los materiales del 10% al 15%. «Si llegamos al 25%, el problema se extenderá también a las residencias de alto nivel», añade.

Reunión en CAEB

Esta situación ha alcanzado una gravedad que, ante los visos de que puede empeorar, ha llevado a que se haya convocado una reunión en la patronal CAEB para tratarla en el marco de su comisión de construcción, según se señala desde esta organización empresarial.

El problema radica en que en esta coyuntura el constructor no puede garantizar al promotor el coste final de la obra, algo que este último no puede hacer con su cliente ya que «nadie se compra una vivienda sin saber cuál será su precio final».

En este contexto, algún representante del sector promotor lamenta que ya solo será posible reducir el precio de la vivienda balear si se produce otra crisis como la de 2008.

LAS CLAVES

  • Vivienda más asequible: Impacto especial sobre un 20% de los nuevos pisos

La mayoría de las nuevas viviendas de Mallorca están dirigidas a un cliente de alto poder adquisitivo, pero un 20% se mantenían con un precio por debajo de los 300.000 euros, según los promotores. Son las más afectadas por el encarecimiento de los materiales.

  • Fuera del mercado: Parar el inicio de la obra o subir el nivel del proyecto

El aumento de los costes de edificación solo deja dos opciones al promotor: o parar el inicio de la obra hasta que la situación mejore, o modifica el proyecto para hacer pisos más caros dirigidos a un cliente de mayor poder adquisitivo.

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