La tripulación del vuelo de Air Arabia que aterrizó de emergencia en Palma ha explicado que uno de los dos médicos que iban a bordo y atendieron al pasajero indispuesto dijo que «podía perder la vida en 15 minutos» si no recibía asistencia urgente. El personal sostiene que les informaron de un posible coma diabético, lo que contrasta con el buen estado que presentaba a su llegada al hospital de Son Llàtzer, donde no se le detectó ninguna patología y recibió el alta. La Policía lo califica de «milagrosa recuperación» y considera que es un indicio claro de que el acusado fingió para provocar el aterrizaje en Palma.
El comandante del avión y el resto del personal explican que cuando estaban repartiendo la comida a los pasajeros detectaron que uno de ellos estaba «en una situación anormal». Al preguntarle, el joven dijo que es diabético. Contó que no llevaba consigo la insulina pero sí unos medicamentos y que ya había tomado cuatro pastillas. Le ofrecieron comida o bebida, pero la rechazó.
Poco después, la persona que iba sentada al lado del enfermo alertó a la tripulación, que lo encontró en «situación crítica». Tras emitir un anuncio por megafonía, dos médicos que iban entre el pasaje atendieron al joven, que presentaba «problemas para respirar» y recibió oxígeno.
El comandante, al ser alertado de la situación, habló directamente con uno de los médicos a través del interfono. «El doctor informó que sin medicación, el pasajero podía perder la vida en cuestión de minutos, no más de 15», por lo que decidió aterrizar de emergencia en Palma.
Sin embargo, el médico que atendió al paciente en Son Llàtzer no encontró «ninguna patología». La jueza cree que simuló o se provocó la crisis diabética.
