Con dos años de interrupción por culpa de la pandemia, la Guardia Civil volvió a conmemorar ayer en Palma la celebración de su patrona. Los héroes de la torrentada de Sant Llorenç de 2018 y las actuaciones más destacadas de la pandemia del coronavirus coparon la mayoría de las medallas del instituto armado.

Respecto a las inundaciones acaecidas en 2018 en Sant Llorenç des Cardassar, que le costaron la vida a 13 personas, la heroica actuación de cuatro miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) fue justamente reconocida. Los efectivos del instituto armado arriesgaron sus vidas para salvar a una mujer atrapada en una caravana. Todos ellos fueron merecedores de la Orden de Mérito con distintivo rojo. El coronel Antonio Orantos, que coordinó todas las actuaciones, fue distinguido con la cruz de plata del instituto armado.

También fue merecedor de idéntico galardón de la Guardia Civil en dichas inundaciones el comandante fallecido de la Agrupación de Tráfico Francisco José Domingo. Su viuda se encargó de recoger la condecoración. Otro tanto ocurrió con el director de Emergencias del Govern y coronel en la reserva del instituto armado Jaime Barceló.

El coronel Alejandro Hernández Mosquera, jefe de la Comandancia de Balears, ensalzó y agradeció el comportamiento del Cuerpo durante la pandemia. De hecho, el máximo mando del instituto armado recordó a los efectivos del instituto armado fallecidos por culpa de la covid.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, destacó el papel que jugó la Guardia Civil en los controles de tráfico «para frenar la expansión del virus». «Nos habéis protegido y arropado», recalcó.

Asimismo, la jueza decana de Palma, Sonia Vidal, expresó su «gratitud» a la Guardia Civil por las numerosas actuaciones en las que ha contado con el instituto armado.

Entre los galardonados también se encontraron jueces y fiscales, particulares y empresas privadas, que ayudaron de forma completamente altruista en tiempos de pandemia.