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Los sindicatos acusan a los hoteleros de Mallorca de recortar la temporada turística

UGT y CCOO denuncian que a partir del día 15 se dará un cierre masivo debido a la decisión de concentrar al actividad en pocos establecimientos

Los representantes sindicales denuncian las excesivas cargas de trabajo de este año. | D. REVENGA

Durante la segunda quincena de este mes se va a registrar un cierre masivo de establecimientos de alojamiento de Mallorca, obligando a miles de fijos discontinuos a dar por concluida su actividad durante este año, según han subrayado los secretarios generales de UGT y CCOO en este sector, José García Relucio y Silvia Montejano respectivamente, que consideran una traición la actitud mantenida por los hoteleros, a los que acusan de «confundir rentabilidad con explotación laboral».

«Les dimos la mano y nos han cogido por el cuello», lamenta el primero de estos representantes de los trabajadores en referencia a la estrategia adoptada por los empresarios hoteleros, consistente en optar por el cierre de parte de la planta de alojamiento para concentrar a la clientela en unas pocas instalaciones con el fin de elevar así su rentabilidad.

Tanto García Relucio como Montejano aseguran que la ocupación que se está manteniendo en muchos de estos hoteles les hubiera permitido seguir abiertos hasta bien avanzado el mes de noviembre. Sin embargo, acusan a los propietarios de estos establecimientos de apostar por los cierres masivos a partir del día 15 de este mes y hasta el 30, para trasladar a sus clientes hasta otras instalaciones.

Los representantes de UGT y CCOO lamentan el ‘efecto dominó’ que ello conlleva, ya que con cada cierre hotelero se registra también el de los comercios y locales de restauración de sus inmediaciones. El resultado es que miles de trabajadores fijos discontinuos dejan de percibir su sueldo para pasar a depender ya de la prestación extraordinaria creada para ellos, lo que supone una caída en sus ingresos.

Ante esta actitud, los responsables de UGT y CCOO se sienten traicionados. Recuerdan que el convenio de hostelería obliga a las empresas a garantizar seis meses de trabajo al año para sus fijos discontinuos, plazo que este año los sindicatos aceptaron recortar hasta los cuatro a principios de la temporada ante la posibilidad de que ésta fuera muy débil. Dado que el inicio de la actividad para muchas de estas empresas se produjo este año el 1 de junio, para la mayoría de este colectivo de trabajadores esta garantía concluyó el 30 de septiembre.

Los dirigentes sindicales acusan a las empresas hoteleras de haberse aprovechado de su buena fe

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Los representantes de los trabajadores subrayan que se está aprovechando este acuerdo de ‘buena fe’ para proceder a cerrar algunos hoteles con el objetivo de conseguir mayores ocupaciones en los que se mantienen abiertos.

Explotación de las plantillas

Pero además se vincula esta estrategia con la explotación de las plantillas. Los dos responsables sindicales recuerdan que este año apenas ha habido contrataciones temporales de refuerzo, por lo que toda la carga de trabajo ha recaído sobre el colectivo de los fijos discontinuos.

Al ser éste insuficiente para atender a un número de turistas que finalmente ha sido superior a lo que se había previsto, desde UGT y CCOO se señala que la temporada de verano ha estado plagada de casos en los que se ha pedido a estos asalariados que renunciaran a uno de sus dos días de libranza semanal, o incluso a los dos, algo que es ilegal.

Ante la situación que se vivió en 2020 y con una actividad que este año se inició más tarde de lo habitual, los empleados han aceptado estas exigencias para mejorar sus ingresos durante el presente ejercicio, pero a costa de poner en riesgo su salud a causa de estas jornadas excesivas, según se lamenta desde estas organizaciones.

Pero cuando la cifra de visitantes ha comenzado a reducirse, y se podía normalizar la situación de las plantillas, lo que se está haciendo es dar por concluida la temporada para una gran parte de estos empleados con el cierre de sus hoteles, de forma que pasan a cobrar la prestación extraordinaria que paga el Estado, y provocar que los que siguen en activo se encuentren de nuevo con un volumen de trabajo superior al que les corresponde, con el objetivo de mejorar la rentabilidad de las empresas, según acusan José García Relucio y Silvia Montejano.

Ambos señalan que los establecimientos que seguirán abiertos durante noviembre se van a concentrar mayoritariamente en Palma (hoteles urbanos) y en sus inmediaciones, con la posibilidad de algún caso puntual en la zona norte de la isla, especialmente porque no se está logrando que se ponga en marcha la llegada del turismo del Imserso.

LAS CLAVES

  • Fin de temporada: Cierres prematuros para concentrar clientes

Los sindicatos acusan a los hoteleros de avanzar el cierre de muchos de sus establecimientos para concentrar a la clientela en los que mantienen abiertos y elevar su rentabilidad.

  • Traición a la ‘buena fe’: Pacto que se ha vuelto en contra de las plantillas

UGT y CCOO lamentan haber pactado reducir este año a cuatro meses el periodo mínimo de actividad para los fijos discontinuos por si la temporada era floja, alegando que los hoteleros se han aprovechado de su buena fe para avanzar los cierres.

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