El puerto de Palma poco a poco va recuperando su actividad crucerista. Entre octubre y diciembre hay previstas 92 escalas de buques que llegarán a la capital. El mes que viene será el primero que marque el regreso de la progresiva bonanza a un sector que ha sido de los más castigados por la crisis, tras un parón de año y medio prácticamente sin cruceros.
Para octubre se contabilizan 60 escalas. «Será un buen mes porque se juntan en Palma cruceros que van a posicionarse para los itinerarios de invierno». Unos hacía el Caribe y otros con dirección al archipiélago canario, explica Beatriz Orejudo, presidenta de la Comisión de Consignatarios de Apeam (Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas).
En noviembre se prevén 22 escalas y en diciembre, 10. Todavía el puerto palmesano está lejos de la recuperación del tráfico de cruceros, que se atisba ya para 2022. «De momento seguimos bajo mínimos», dice la representante de los consignatarios.
Cabe recordar que en 2020, antes de la pandemia, Palma tenía reservas para recibir a 549 buques, cifra similar a la de 2019 y 2018, cuando rondaban 290.
El lunes desde la Plataforma contra los Megacruceros saltaba la alarma al coincidir cuatro grandes buques al mismo tiempo en el puerto. Alertaban de que iba a suponer el desembarco de casi 15.000 personas. Orejudo quita hierro al asunto. «Llegan con un 30-40 % de capacidad. Como mucho coinciden 4.000» cruceristas. La consignataria llama la atención sobre que ha habido días en que «la ciudad estaba a tope y no había cruceros».
"Ha habido días en que «la ciudad estaba a tope y no había cruceros»
Los pasajes de los cruceros «bajan controlados y la mayoría están vacunados», al igual que las tripulaciones, advierte Orejudo. Recuerda, además, el protocolo puesto en marcha entre Apeam y el IB-Salut para reforzar la vacunación entre las tripulaciones.
