El Govern balear suprimió ayer en Mallorca y Formentera las restricciones que pesaban sobre las reuniones sociales en horario nocturno. Desde esta pasada noche vuelven a estar permitidos los encuentros entre no convivientes entre las 2 y las 6 de la madrugada, eliminando así una de las limitaciones que mayor impacto suponía para los ciudadanos, y que tenía como uno de sus principales objetivos el combatir la celebración de ‘botellones’.

La decisión del Ejecutivo autonómico se sustenta en la mejoría que se ha dado en la situación epidemiológica y de los hospitales, según señaló su portavoz, el conseller Iago Negueruela. Dado que esta prohibición afectaba a derechos fundamentales, y se justificó ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares alegando las elevadas tasas de contagios que había, cuando éstos se han reducido no ha quedado más remedio que poner fin a la restricción. Por contra, en Ibiza se mantiene desde las 2 y hasta las 6 horas.

En cualquier caso, el conseller reiteró que los ‘botellones’ siguen estando prohibidos, y advirtió de que esta práctica será perseguida si intenta desarrollarse. En este sentido, aplaudió la labor que los cuerpos de seguridad, tanto estatales como locales, han desarrollado para frenar estas reuniones no permitidas, labor que se va a mantener.

Durante la próxima reunión de la Mesa del Diálogo Social con patronales y sindicatos, inicialmente prevista para mañana, no se esperan cambios sustanciales en las limitaciones que todavía quedan en vigor sobre los sectores económicos, más allá de suavizar algunas en materia de aforos que todavía se mantienen, como en los acontecimientos de carácter deportivo o culturales.

El ocio nocturno no abre

Iago Negueruela señaló que por ahora se va a mantener la prohibición de reapertura del ocio nocturno, lo que sitúa a este sector como el más afectado por las restricciones que se han venido aplicando durante la pandemia. De este modo, la posibilidad de autorizar la actividad en las discotecas, pese a las pruebas piloto que se realizaron antes de la quinta ola del coronavirus, queda por ahora descartada.

Hay que tener en cuenta que desde la patronal isleña que representa a este sector ya se ha señalado que son las propias empresas las que descartan a estas alturas del año reabrir sus puertas de cara a la temporada alta, dado que no sería rentable a la vista del volumen y tipo de turismo que queda en Mallorca.

De este modo, una parte de ellas (en general las más próximas a Palma) tiene ya la vista puesta en retomar la actividad durante la campaña navideña y en fechas muy concretas, y el resto deberá esperar ya al verano del próximo año.

Tampoco se esperan cambios en el sector de la restauración, dado que la actividad que ya se permite a esos establecimientos permite un volumen de actividad muy elevado.

Hay que recordar que en Mallorca, Menorca y Formentera está permitido ya que haya ocho comensales por mesa en interiores y doce en exteriores, unas condiciones a las que ayer se sumó Ibiza, equiparando así la situación de todo el archipiélago.

De este modo, las exigencias que se mantienen en esta actividad son muy limitadas, como mantener la mascarilla en interiores si no se están consumiendo alimentos o bebidas.

En cualquier caso, el portavoz del Ejecutivo autonómico reclamó prudencia a la ciudadanía, recordando que la pandemia todavía existe, e hizo un llamamiento a la vacunación, y destacó que las islas han alcanzado el objetivo de tener inmunizada al 70% de su población, al tiempo que subrayó la importancia de seguir avanzando en esta materia.