El Mediterráneo es uno de los puntos rojos marcados por el panel de expertos de la ONU que el pasado lunes publicó un informe demoledor sobre la amenaza que supone el cambio climático para el planeta. También la vida en Balears cambiará en las próximas décadas. La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura y fenómenos meteorológicos extremos se tragarán metros de playas, afectará a edificaciones en primera línea de mar y hará más pesado el día a día de los residentes. 

De este modo, el cambio climático es también una amenaza para la economía del archipiélago, que se encamina a sufrir veranos todavía más calurosos y que verá alterada la configuración de su litoral, su principal atractivo turístico.

Asociados a estos problemas, las islas también afrontan la amenaza de sequías más prolongadas y problemas de abastecimiento de agua