La Policía Local de Palma ha levantado un acta contra el Teatre Principal por incumplir las medidas sanitarias contra el coronavirus en un concierto celebrado a finales de julio. Según han confirmado fuentes municipales, los agentes comprobaron que aunque el aforo era correcto, no se respetaba la distancia de seguridad entre los grupos de no convivientes. El Teatro Principal ha negado hoy en un comunicado haber incumplido la normativa, que tacha de “confusa y ambigua”, y sostiene que no ha recibido ninguna comunicación oficial por el incumplimiento. El informe policial será remitido al Govern, encargado de aplicar las posibles sanciones.

La Patrulla Verda de la Policía Local acudió el pasado 30 de julio al Teatre Principal, donde Quique González y Toni Brunet ofrecían un concierto. Según fuentes municipales, se trataba de una “revisión ordinaria”. Los agentes llevaron a cabo una inspección del recinto y comprobaron, de acuerdo con el informe, que no se respetaba la obligación de dejar un asiento libre entre los grupos de personas no convivientes establecida en la normativa para combatir el coronavirus. Según las mismas fuentes, en el conjunto del teatro no se superaba el aforo máximo permitido.

Los policías levantaron un acta por estos supuestos incumplimientos de las restricciones por la pandemia, que debe ser remitida al Govern para determinar las posibles sanciones a imponer.

El Teatre Principal, en un comunicado, ha negado hoy haber vulnerado la normativa. Según afirma la entidad, cuando la Policía Local llevó a cabo la inspección se habían vendido 313 entradas, cuando la capacidad del recinto es de 800 espectadores. En la platea había 211 personas en 298 asientos disponibles. “La ocupación del teatro, ni en su totalidad ni contando solo la zona de platea, no superaba el 72 por ciento de su capacidad, cuando la normativa actual pone el límite en el 75 por ciento”, señala el comunicado.

Respecto a la distancia de seguridad entre grupos de no convivientes, único motivo por que el se levantó el acta policial, desde el Teatre Principal no niegan que se incumpliera, pero sostienen que la normativa actual es “confusa y ambigua”. Aseguran que el aforo máximo del 75 por ciento es “irreal e inaplicable” si se deja una butaca vacía entre grupos de convivientes y consideran que la redacción de la norma es “deficiente”.

Por ello, añade el Teatre Principal, los teatros públicos de Balears presentaron la semana pasada un escrito en la Conselleria de Cultura para expresar sus “dudas” y proponer una redacción alternativa. La entidad asegura que no ha recibido todavía ninguna sanción.