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Restricciones de viajes desde Alemania: El miedo de los empresarios de Mallorca se hace realidad

Los empresarios mallorquines llevaban días expresando su temor a que mercados emisores como el alemán elevaran las restricciones y al impacto económico que eso podía tener

Los empresarios no han ocultado su temor a una desaceleración en la llegada de turistas. | M. MIELNIEZUK

«Miedo». La palabra estaba siendo admitida por la práctica totalidad de los representantes empresariales consultados respecto a la evolución de la actual temporada turística y a las perspectivas que se abrían con un incremento tan notable de los contagios como el que se está registrando en Mallorca. El temor se centraba en la reacción que pudieran tener los principales mercados emisores, en una temporada que se admite como «renqueante» y que se compara con una «montaña rusa». El pasado viernes el Gobierno alemán convirtió ese miedo en una realidad al declarar a Balears en zona de elevada incidencia del coronavirus, lo que obliga a sus ciudadanos a realizan una cuarentena de 10 días al regreso si no disponen de la pauta completa de vacunación.

El presidente de la asociación Restauración-CAEB, Alfonso Robledo, no ocultaba pocos días antes ese temor y el impacto que estaba teniendo en el estado de ánimo de los empresarios que se dedican a esta actividad, al considerar que «llevamos un año trabajando para convertir a Balears en el destino más seguro de Europa y no nos merecemos lo que está sucediendo», ya que «el problema no ha nacido del mundo empresarial, sino que está en la calle».

A la vista de la evolución de la pandemia, Robledo subrayó el enorme temor existente a que en algún momento se desplome la llegada de visitantes, pese a reconocer que en ese momento la evolución estaba siendo positiva, especialmente en algunas zonas y en los locales de más alto nivel.

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Otro sector muy dependiente del gasto turístico, como es el comercio, también estaba viviendo con gran preocupación lo que estaba sucediendo en la isla, según afirmó el presidente de la patronal Afedeco, Toni Gayá, que recordó la brusca paralización de la temporada que ya se vivió el pasado verano, fruto de una nueva ola de la covid.

«Se han perdido los papeles»

El presidente de Afedeco consideró que en las islas «hemos perdido los papeles en el momento en el que abrimos y todo se hizo posible, y quizás las últimas desescaladas en las restricciones fueron excesivas», dando pie a ese aumento de los contagios.

Con idéntica preocupación veían la situación de las islas los distribuidores de alimentos y bebidas, según apuntó el presidente de su asociación, Bartolomé Servera, que destacó las enormes incertidumbres existentes.

En este caso, el miedo se explicaba por la experiencia de 2020, cuando el parón en seco de la temporada al llegar agosto pilló a todas estas empresas con sus almacenes llenos de productos a los que luego no se pudo dar salida.

Por ello, las empresas de esta rama han estado actuando con mucha cautela, dado que ningún hotelero o restaurador se atrevía en esos momentos a comprometerse con la futura compra de cantidades concretas de producto, de forma que el estocaje que se estaba generando era limitado, asumiendo el riesgo de que pudiera registrarse falta de algún alimento muy concreto. «Cuando las cosas no dependen de ti, todo se vuelve mucho más complicado», reconoció Servera. Porque la pregunta que pesaba sobre este sector era la misma que la expresada por los anteriores: «¿Qué puede pasar en pocos días si los contagios siguen aumentando?».

El presidente de la federación de la pequeña y mediana empresa de Mallorca (PIMEM), Jordi Mora, reconoció las enormes incertidumbres existentes, pero consideró que el riesgo de que este año volviera a darse un pinchazo turístico se reducía por un elemento clave: la vacunación.

Mora no ocultó que la temporada turística del presente ejercicio, pese a no ser buena, estaba siendo notablemente mejor que la de 2020, aunque la comparó con una «montaña rusa», en la que según las noticias aumentan las reservas o lo hacen las cancelaciones, y señaló que su avance es «renqueante». Pero admitió que no se estaban alcanzando las expectativas que algunos sectores empresariales habían puesto, lo que daba pie a los temores expresados desde algunas actividades.

Su homóloga en CAEB, Carmen Planas, reconoció también la «preocupación» existente entre los empresarios, pero puso en valor los avances que se han venido dando, con la reactivación en la llegada de turistas que se estaba percibiendo en la actividad del aeropuerto.

En cualquier caso, insistió en que con la actual temporada turística «nos lo jugamos todo», de ahí la necesidad de intensificar la vacunación, de reclamar comportamientos responsables y de adoptar medidas para evitar la propagación del virus «en la calle, porque las empresas hemos hecho todo lo posible para evitarlo».

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