El Consejo de Administración aprobó ayer de manera inicial el Plan General de Puertos de Balears con una inversión prevista de 60 millones de euros, de los cuales 42 proceden de la inversión pública y 17 de financiación privada. 

Así, uno de los criterios que marcan esta propuesta es el mantenimiento de la gestión pública de los puertos como garantía de acceso de los ciudadanos a los espacios náuticos. «El objetivo es democratizar el acceso al mar», detalló Josep Marí, conseller de Movilidad y Vivienda.

El nuevo proyecto, que se llevará a cabo entre el 2021 y el 2036, tiene como objetivo adaptar los puertos de las islas a las necesidades derivadas del cambio climático durante los próximos quince años. «Partimos del estudio y diagnóstico del sector náutico para detectar las necesidades de futuro y poder atender la demanda», detallaron fuentes del Govern.  

Presentación del Plan de Puertos A. Martínez

De esta forma, una de las principales líneas de actuación del Plan General es no permitir ningún tipo de construcción ni ampliación de puertos para aprovechar las infraestructuras ya existentes. «Es un documento estratégico que conduce a una mayor sostenibilidad de los puertos, intentando optimizar los recursos que ya tenemos para respetar el medio ambiente de las islas», aseguró el conseller Marí. 

Además, el Plan también recoge las actuaciones de adaptación, mejora de las rampas, el acercamiento de la náutica a la ciudadanía y nuevas formas de uso para mejorar el índice de actividad de las embarcaciones. 

Alegaciones Administraciones y entidades pueden presentarlas hasta el 30 de septiembre

A partir de la aprobación de manera inicial del Plan General de Puertos, se ha abierto un plazo de presentación de alegaciones para todas aquellas administraciones públicas y entidades náuticas o ecologistas cuyo punto de vista pueda recogerse en los diferentes proyectos. «Se abre un proceso de participación pública para que aquellos implicados puedan aportar su visión y las alegaciones pertinentes», defendió el conseller Josep Marí, quien explicó que «normalmente el plazo de alegaciones suele ser de un periodo entre 30 y 45 días, pero nosotros lo vamos a alargar hasta el próximo 30 de septiembre». De esta forma, los interesados podrán presentar sus propuestas.

Hacer frente a la demanda

Ante esta situación, uno de los principales retos por parte de este proyecto es hacer frente a la demanda de amarres sin la necesidad de crear nuevos puertos ni espacios que permitan un mayor número de embarcaciones. 

Según explicaron en la presentación, la lista de espera para conseguir un amarre se ha reducido de 5.000 a 3.000 personas durante la actual legislatura. «Tenemos que atender a las necesidades de un sector que necesita más amarres pero también ser más sostenibles y no construir más puertos. Hay que optimizar las instalaciones que ya tenemos para dar respuesta a la demanda actual», defendió Xavier Ramis, director general de transporte aéreo y marítimo.

El Plan General contempla actuaciones en los puertos de competencia autonómica (un total de 59 entre los de gestión directa e indirecta) pero incorpora una visión global del sector náutico y, por ello, también incluye medidas que ayudan a dar respuestas a las demandas del sector.

Por otro lado, esta propuesta  no define al detalle las actuaciones previstas, sino que hace una previsión de los proyectos que pueden ser interesantes para poder gestionar los puertos autonómicos de manera coherente con la filosofía del propio documento. 

El Plan General de Puertos, que fue aprobado de manera inicial y publicado en el boletín oficial de las islas, pasa hacia un periodo de exposición pública. Después, el siguiente paso será una tramitación ambiental a través de la cual se elaborará un documento final que deberá ser aprobado de manera definitiva.

Multipropiedad Amarres y embarcaciones compartidas en los clubes de navegación

Con el objetivo de optimizar los recursos e instalaciones marítimas ya existentes, el Plan General plantea una serie de fórmulas como la multipropiedad de los amarres y las embarcaciones en los diferentes clubes de navegación. En este sentido, se apuesta por una nueva cultura de gestión de los amarres, con tal de incentivar el uso compartido de un mismo punto, así como la mejora del índice de actividad en las embarcaciones. Asimismo, también se plantean llevar a cabo una ampliación de redes de rampas públicas para el lanzamiento de embarcaciones pequeñas y la reordenación y optimización del espejo de agua de las diferentes zonas portuarias de las islas.