La conselleria de Salud, en coordinación con la de Turismo y el sector implicado, ha elaborado un protocolo para garantizar la seguridad de pasajeros y tripulación que viajen en cruceros de recorrido exclusivamente nacional y hagan escala en puertos de Balears. Se registró ayer ante la Autoritat Portuària de Balears (APB), como adelantó dicho organismo a este diario, que se lo remitió a los consignatarios (representantes de las navieras de cruceros en tierra). Se adapta a la normativa de seguridad sanitaria de la comunidad, explica Salud, y a las aprobadas en otros puertos españoles, según Álex Fraile, portavoz de la Plataforma Si als Creuers.
Se celebra este paso del Govern. «Llevamos meses pidiéndolo», señala Beatriz Orejudo, presidenta de la Comisión de Consignatarios de APEAM y viendo cómo otros puertos españoles se han adelantado a los baleares. «Ahora solo tenemos que convencer a los armadores que vengan», acota. En julio se esperan escalas.
Por otro lado, los senadores baleares del PP exigieron ayer que se derogue la prohibición de los cruceros internacionales.
Se mantiene la PCR obligatoria, aunque se irá adaptando a la evolución sanitaria, explica Salud, dejando la puerta abierta a que se sustituya por un antígenos o estar vacunado. Se prevé publicar el protocolo en el BOIB la próxima semana.
Restricciones a bordo
Los cruceros que hagan escala deben pedir autorización a Salud al menos 20 días antes de llegar al primer puerto isleño, y presentar un plan de contingencia, ante casos positivos, sospechosos o brotes a bordo, con áreas de aislamiento, y avisando a las autoridades. Se garantizará la distancia de seguridad, evitando aglomeraciones y el uso de mascarilla en espacios públicos.
Durante la travesía se ha de tomar la temperatura al pasaje cada día y dar charlas informativas.
Para la tripulación se recomiendan jornadas estables y en grupos burbuja. A bordo, se aconseja un aforo del 50 % en zonas comunes y un 30 % para las actividades físicas. Los camarotes no tienen limitación si los ocupantes son convivientes. En el desembarco, pasajeros y tripulación deben cumplir la normativa vigente.
