El presidente del sindicato médico (Simebal), Miguel Lázaro, compareció ayer en el Parlament para ofrecer a los diputados su radiografía de la situación de la sanidad pública balear.

Una intervención en la que reclamó menos medallas (en alusión a la de la comunidad concedida al personal sanitario este año por su desempeño durante esta pandemia) y más inversión.

Así, recordó que a los sanitarios de las islas no se les ha abonado ningún complemento covid por el sobreesfuerzo realizado durante estos largos meses de una presión asistencial nunca antes padecida. Y reclamó la equiparación del plus de residencia de Balears con el de Canarias, una fidelización y estabilización de las plantillas así como la marcha atrás del recorte salarial del 2,9% que les ha aplicado este año el Govern balear.

También pidió 10 millones para contratar antes de que acabe este año a cien médicos para Atención Primaria, nivel asistencial en el que aseguró que faltan entre 300 y 350 facultativos y en el que, denunció, están trabajando no menos de 130 médicos con el título sin homologar.

Para la atención hospitalaria reclamó un plan de inversiones tecnológicas y la ampliación de las áreas de quirófanos mientras que para el servicio de emergencias del 061 solicitó el reconocimiento de la peligrosidad de esa actividad.

Sobre los incumplimientos flagrantes del IB-Salut, Lázaro apuntó a la elevada tasa de temporalidad, que situó entre el 35% y el 55%, el hecho de que no convoque oposiciones para especialidades médicas y que carezca de un plan de ordenación de recursos humanos con el que pueda anticipar dónde tendrá más carencias de personal.