Llevan más de un año sin trabajar y su situación es desesperada, porque no saben cuándo podrán abrir de nuevo sus instalaciones. Los feriantes de Mallorca volvieron ayer a manifestarse en Palma y lo hicieron frente al Consolat. Piden ayudas para poder salvar a este colectivo, que se encuentra en una grave situación económica y con un evidente peligro de que muchas familias terminen en la ruina si no reanudan su actividad.

Javier Barranco, el portavoz del colectivo, explicó que de momento no se les ha autorizado la celebración de la Fira del Ram, a pesar de que presentaron a Salud un proyecto de seguridad para evitar los contagios dentro del recinto. Un plan que pasa por distanciar las atracciones, prohibir fumar y comer (salvo en las zonas autorizadas) dentro del recinto y controles internos de seguridad. También se ha propuesto limitar el aforo. Sin embargo, de momento no han recibido ninguna autorización, por lo que los feriantes se sienten discriminados con respecto a otros colectivos a los que sí han permitido que reanuden su actividad. Este colectivo de empresarios y trabajadores lo forman 45 familias en Mallorca, que llevan más de un año sin poder trabajar, pero que no impide que tengan que hacer frente a los préstamos. Barranco explicó que temen que este año va a ser igual de negativo que el anterior, y mostró su pesimismo en que esta temporada puedan reanudar la actividad. Recordó que en estos momentos, con las normas que se han establecido en los estados de alarma, no pueden instalarse en las ferias que se organizan en los pueblos, que este año de momento están aplazadas. También critica que la mayoría de estos empresarios del sector no han podido acceder a las ayudas públicas.