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Un invierno de extremos

Las islas han registrado dos nevadas destacadas, una ola de frío que vino acompañada de diferentes borrascas hasta dar paso a un calor primaveral, inusual en el mes de febrero

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Un invierno de extremos D. Wingen

El pasado lunes coincidiendo con el día de las Illes Balears comenzó la primavera climatológica, una estación que abarcará los meses de marzo, abril y mayo. El próximo sábado 20 de marzo entraremos también en la primavera astronómica, aunque seguramente ya habréis notado que los días se están alargando desde mediados-finales de febrero. Nos encontramos en la época del año en la que más minutos de luz ganamos, concretamente más de dos minutos y medio al día.

Si echamos la vista atrás con una pequeña ayuda de los resúmenes climatológicos que elabora la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), comprobamos que el invierno 2020-2021 ha sido cálido, situándose alrededor de 1ºC por encima de lo normal. Esto es sobre todo por culpa de febrero que ha sido extremadamente cálido en todas las islas. Este invierno ha sido una estación de extremos, hemos tenido de todo menos normalidad. Vamos a hacer un poco de memoria:

Diciembre fue un mes normal en cuanto a temperaturas y tuvimos dos nevadas. La más destacable ocurrió el día de navidad cuando se acumularon un par de centímetros a partir de 700 metros de cota. En Mallorca hacía más de una década que no teníamos un día 25 con nieve, aunque solo fuera en la Serra de Tramuntana.

Enero empezó muy frío. El día de Reyes el mercurio bajaba hasta los -3,9ºC en Campos y los -3,5ºC de Sant Joan de Labritja (datos de Aemet). En todo el mes, nevó nueve días, ocho de ellos consecutivos. Posteriormente llegaba la famosa borrasca Filomena que dejó nevadas históricas en la zona centro y el Valle del Ebro entre los días 6 y 10 de enero.

El mes fue muy lluvioso. En Sant Joan de Labritja llovió un 259% respecto a los valores normales (132 litros por metro cuadrado). En sa Pobla un 226% y en Pollença un 208% (datos de Aemet).

El 22 de enero una línea de turbonada asociada a la borrasca Hortense dejó vientos huracanados en Balears. El aeropuerto de Palma batió récord histórico con 130 Km/h (Aemet) y en la Serra d’Alfabia una estación meteorológica de Balears Meteo midió 177 Km/h. Centenares de árboles cayeron ante la fiereza de Eolo bloqueando caminos y carreteras. En el Bosque de Bellver a día de hoy, decenas de pinos siguen en tierra.

La última semana de enero podríamos decir que el invierno empezó a quedarse sin pilas. El día 29 muchos dudamos de si la chaqueta y los calcetines largos habían sido la elección correcta para la jornada. Los termómetros escalaron hasta 26,8ºC en Son Servera y 25,9ºC en Capdepera. Las temperaturas propias de un mes de abril o mayo hicieron que se batieran 21 récords de temperatura máxima en las estaciones de Aemet, un evento histórico.

Temperaturas anormales

Este fue el pistoletazo de salida a una larga temporada con temperaturas por encima de lo normal. Las cumbres nevadas de la sierra dieron paso al calor primaveral. El mes de febrero ha sido inusualmente cálido. Hemos pasado la barrera de los 20ºC durante 17 días lo que supone más de la mitad del mes. El día más cálido fue el 5; en Llubí se alcanzaron 24,3ºC de máxima (Balears Meteo).

El día 4 se produjo una advección de polvo Sahariano inyectado por los vientos del sur. Las puestas de sol marrones nos recordaron a las escenas de la película Memorias de África’. El 21 y 22 tuvimos otra entrada de polvo acompañada de lluvias de barro. Las concentraciones de polvo superaron el umbral de 50 microgramos por metro cúbico que es el que establece la OMS como límite de riesgo. Las partículas PM10 asociadas al polvo mineral son tan pequeñas que al inhalarlas entran dentro de nuestro cuerpo produciendo diversas afecciones respiratorias o agravando las ya preexistentes. En Sóller el día 6 se midieron concentraciones de más de 300 microgramos por metro cúbico.

El mes de febrero fue extremadamente seco. Llovió lo mismo que un mes de junio. En Palma y Manacor cayeron 3 litros por metro cuadrado ¡en todo el mes! En Punta Prima (Menorca) 2 litros y en La Savina (Formentera) solo 1,5 mm (Balears Meteo). Todo esto no se ha reflejado todavía en el campo. El superávit hídrico de enero ha permitido que la naturaleza nos regale el tradicional espectáculo anual de floración de almendros tendida sobre un Pla vestido de color verde.

Por último, si algo podemos decir de este invierno es que ha sido ventoso, muy ventoso. Un interminable desfile de borrascas Atlánticas: Dora, Ernest, Bella, Gaetan, Hortense, Ignacio… han dejado un dominio del viento de poniente en todas las islas. Esto puede haber contribuido a la suavidad térmica de la estación. Las borrascas Atlánticas traen consigo aire marítimo templado que suaviza los picos de frío.

Veremos qué nos trae el devenir de la primavera, de momento parece que no falta guion para las conversaciones de ascensor. Hay una expresión que dice así: «Cuando el invierno primaverea, la primavera invernea’». De momento se ha cumplido la primera parte, veremos si lo hace también la segunda.

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