«Agonía» es la palabra más repetida cuando se pregunta a los presidentes de las patronales de restauración y comercio de la isla sobre la decisión que el Govern quiere tomar mañana de prorrogar otros 15 días las duras restricciones que pesan sobre estas actividades para intentar frenar el avance del coronavirus, tal y como avanzó ayer Diario de Mallorca. Por ello, su intención es reclamar hoy al Ejecutivo autonómico que suavice en lo posible las limitaciones a su actividad que desde mediados de este mes se aplican.

Los primeros en vaticinar que muchos negocios se van a quedar por el camino, con dos semanas más teniendo esta actividad prácticamente paralizada, son los responsables de las asociaciones de restauración de CAEB y PIMEM, Alfonso Robledo y Eugènia Cusí respectivamente. Los dos acudirán al encuentro que van a mantener esta tarde con el conseller Iago Negueruela con diferentes propuestas, dirigidas todas a suavizar las actuales restricciones que solo permiten a estos establecimientos dar servicios de comida y bebidas para llevar o de reparto a domicilio.

Así, Cusí apunta posibles restricciones mucho más quirúrgicas y limitadas a aquellas poblaciones con los peores datos, mientras que Robledo abre la posibilidad de reabrir terrazas en horarios limitados o en días concretos de la semana. La primera cuestiona además la forma en que se están midiendo los datos de la pandemia.

La preocupación de Cusí es que el Govern acuda a la reunión de hoy con decisiones cerradas y no muestre predisposición a negociar el plan de desescalada que se quiere fijar para ir recuperando la actividad del sector de forma paulatina a medida que los datos sanitarios mejoren. En este aspecto, señala su predisposición a mantener una negociación constructiva si se da margen para ello.

Robledo, por su parte, también pide que se suavicen las restricciones, pero añade la necesidad de recordar que el objetivo fundamental es llegar al inicio del verano con unos buenos datos sanitarios para poder retomar la actividad turística.

«Pedimos que el cierre de la restauración no sea total porque aguantar así hasta junio va a ser una agonía»

Alfonso Robledo - Restauración CAEB

El temor de la presidenta de la asociación de PIMEM es que si las iniciativas que se adopten mañana no solventan los problemas de su sector, las protestas en la calle se multipliquen.

Por lo que al comercio se refiere, el portavoz en las islas de la asociación española de grandes superficies, Antonio Díaz, prefirió no hacer valoraciones hasta conocer la decisión definitiva que vaya a adoptar el Govern, y señaló que las empresas de su sector prefieren «negociar sin hacer ruido» con el Ejecutivo autonómico para ver si pueden mejorar su situación. En este aspecto, hay que recordar que las limitaciones que se aplican sobre los grandes centros comerciales consisten en permitir exclusivamente la venta de productos esenciales como los de alimentación, higiene, parafarmacia o telecomunicaciones, a los que se han sumado recientemente la ropa de abrigo o los equipos de calefacción, por señalar algunos ejemplos.

Pesimismo del comercio

Mucho más pesimista está siendo la reacción de las organizaciones del pequeño comercio Afedeco y Pimeco, que acudirán hoy al encuentro con el vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes. Sus presidentes, Toni Gayà y Antoni Fuster respectivamente, recurren también al término «agonía» para definir lo que está sucediendo en su sector.

En este caso, las limitaciones para las pequeñas tiendas son fundamentalmente de aforo, pero al estar cerrados bares y restaurantes, al igual que los grandes comercios urbanos, la afluencia de público en las principales calles comerciales está siendo mínima.

«Si no se resuelven los problemas del sector, las protestas en la calle seguirán aumentando»

Eugènia Cusí - PIMEM

Por ello, Fuster no duda en afirmar que «aunque nos dejan abrir, nos hemos convertido en cadáveres vivientes» debido a la bajísima facturación obtenida a causa de la caída de clientes.

En este aspecto, el presidente de Pimeco defiende que si es necesario cerrar un sector para llegar con buenas cifras sanitarias al verano, debe de hacerse con ayudas reales, al considerar que 1.500 euros resulta una subvención «ridícula».

Su homólogo en Afedeco esgrime que «en el Govern no son conscientes de que tener comercios abiertos sin gente en la calle no sirve de nada» y pone el acento en la necesidad de acelerar el ritmo de vacunaciones, ya que «si en 2021 no tenemos verano, nadie llegará a 2022».

Todas las ayudas a restauración pedidas por CAEB se han aceptado

La Oficina de Ayudas para la Restauración, creada por la asociación sectorial de CAEB hace un mes, ha gestionado 30 solicitudes de ayuda y asesoramiento legal para bares, restaurantes y cafeterías de Balears. La entidad subrayó ayer que todas las ayudas se han resuelto de manera satisfactoria.

Restauración-CAEB recordó que creó la oficina para dar cobertura legal, asesoramiento y gestión de las ayudas al sector, tanto estatales como europeas, y se ofrece tanto a asociados como a negocios que no lo estén.

«Si se quiere cerrar un sector, debe ser con ayudas reales, no con algo tan ridículo como 1.500 euros»

Antoni Fuster - Pimeco

El presidente de esta asociación, Alfonso Robledo, explicó que se puso en marcha porque «no todo el mundo podía entender o tener acceso o conocimiento sobre cómo gestionar dichas solicitudes».

Yllanes defiende mantener las limitaciones

El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, se declaró ayer partidario de mantener 15 días más las restricciones que ahora pesan sobre el comercio, para alcanzar a mediados de febrero una situación óptima en materia sanitaria, una vez comprobado que estas medidas están siendo eficaces. Sin embargo, señaló que se va a abrir una negociación con el sector para que las iniciativas que se adopten de cara a los próximos días en el Consell de Govern de mañana puedan ser consensuadas por todas las partes.