La Conselleria de Educación pidió este lunes a los centros educativos que enciendan la calefacción de las aulas al menos dos horas antes de empezar las clases y que la mantengan durante la jornada, una medida que se debe combinar con la apertura parcial de ventanas y la ventilación total durante 15 minutos al final de la clase pese al frío del invierno.

Estas recomendaciones llegan después de que este domingo el sindicato ANPE se hiciera eco de las quejas de docentes sobre el frío que pasan los profesores y alumnos tras retomarse las clases y tener que mantener abiertas las ventanas para evitar contagios.

La conselleria recordó este lunes a los centros que no se tiene que pretender obtener una concentración de CO2 similar a la del exterior, de entre 400 y 420 ppm, porque ello obliga a tener puertas y ventanas abiertas todo el tiempo, y que, durante el invierno, esta concentración debe estar alrededor de 800 ppm, que se puede conseguir con aperturas parciales, explicó Educación en una nota.

El departamento autonómico aseguró que se tienen que probar distintas configuraciones de ventilación, como por ejemplo tener algunas ventanas parcialmente abiertas entre 10 y 25 centímetros todo el tiempo y abrirlas totalmente durante unos 15 minutos al final de la clase.

Educación insistió en que se usen los sistemas de calefacción, los cuales se deben programar para que entren en funcionamiento como mínimo dos horas antes del inicio de las clases.

También ha puntualizado que las aulas no se deben ventilar si están vacías, que al acabar las clases se tienen que cerrar las ventanas de forma que el sistema de calefacción pueda calentar el espacio y que, si hace falta, se puede colocar un ventilador junto a la ventana para favorecer la extracción del aire interior.

Además, sugirió a los docentes que recomienden a los alumnos que se abriguen, preferiblemente por capas, con el fin de favorecer la autorregulación de temperatura durante la jornada lectiva en el centro.

La conselleria señaló que el pasado octubre todos los centros educativos fueron informados de que debían contar con medidores de CO2 en las aulas y de aparatos purificadores de aire si fuese necesario, por lo que destinó 1,2 millones de euros a la compra de estos dispositivos.

Educación también amplió los protocolos existentes para incluir una serie de indicaciones especificas sobre ventilación en las aulas, tal como se ha consensuado en diversas reuniones con directores de los centros, según la conselleria.