La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios emitió el pasado 18 de septiembre una alerta nacional contra el uso del dióxido de cloro como tratamiento para la Covid-19 tras ser informada por el Instituto Nacional de Toxicología sobre varios casos de intoxicaciones causadas por el consumo de esta solución. En ella realiza tres advertencias dirigidas a toda la población.

  • 1.El consumo de soluciones de dióxido de cloro y de clorito de sodio (MMS) supone un grave riesgo para la salud y no se recomienda su consumo en ningún caso.
  • 2 . No existe evidencia científica de ningún tipo de que sea eficaz para el tratamiento o prevención de la COVID-19 ni de ninguna otra patología.
  • 3. Diferentes autoridades sanitarias, incluyendo la española, vienen advirtiendo desde 2010 de los riesgos de su consumo y tomando medidas para evitarlo.

La Agencia Española del Medicamento constata que "durante la situación sanitaria ocasionada por la COVID-19, se ha promocionado a través de redes sociales y páginas web el consumo por vía oral de soluciones de dióxido de cloro (directamente u obtenido a partir de clorito de sodio, también conocido como MMS –Miracle Mineral Solution-) para el tratamiento o la prevención de la infección por SARS-CoV-2". Además de esta promoción -añade-, y aprovechando la Covid-19, se han promocionado también como tratamiento para muchas otras enfermedades, como malaria, autismo, cáncer, enfermedades parasitarias o degenerativas". 

Ante esta situación, "la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advierte de que no existe ninguna prueba científica que avale estas supuestas propiedades, y estos productos no se han sometido a ningún tipo de evaluación o autorización por las autoridades competentes que garantice que la relación beneficio/riesgo sea positiva y así asegurar el derecho de los ciudadanos a la protección de su salud".

Un grave riesgo para la salud

El dióxido de cloro es un oxidante fuerte , señalan las autoridades sanitarias, y su consumo supone un riesgo para la salud y que puede ser grave en algunos pacientes y requerir hospitalización. Su consumo directo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, que pueden llevar a deshidratación, fallo renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia. Y sus vapores pueden causar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar.

Fuerte rechazo internacional

A nivel internacional, diferentes autoridades sanitarias han alertado de los riesgos para la salud del consumo de este producto y sobre la ausencia de pruebas de su utilidad terapéutica: La FDA estadounidense, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Therapeutic Good Administration (TGA) australiana, etc.

Las autoridades sanitarias canadienses (Health Canada) emitieron una alerta rápida en mayo 2010, en la que se informaba de efectos adversos graves en 6 casos, tras el consumo de este producto; tras esa alerta inicial, Health Canada emitió otras notas sobre actuaciones contra este producto. 

También la autoridad competente de Alemania, BFarm, advierte sobre la consideración de medicamento ilegal e informa de los riesgos asociados a su consumo.

Algunos de estos productos pueden ofrecerse al consumidor de otros modos: como desinfectantes (no destinados a la aplicación directa a personas o animales) o como productos empleados para la desinfección del agua potable, tanto para personas como para animales. También puede tener un uso industrial como blanqueante. Su uso como biocida o su uso industrial, observando estrictamente las instrucciones de uso.

"Desde la Agencias Española de Medicamentos somos conscientes y comprendemos la necesidad e inquietud de enfermos y familiares por encontrar soluciones a sus padecimientos, pero el uso de estos productos no sólo no reporta beneficios, sino que pueden suponer más complicaciones. Aconsejamos seguir siempre las recomendaciones de sus profesionales de la sanidad y tomen las medidas necesarias para evitar el contagio de manos: usar adecuado de mascarillas, mantener la distancia social y el lavado de manos regular".

Por todo ello, en su comunicación, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, concluye que el consumo de soluciones de dióxido de cloro o de soluciones de clorito de sodio (MMS) pone en riesgo la salud y puede producir efectos tóxicos graves tanto en su consumo directo como por inhalación de sus vapores.

No existen pruebas de ningún tipo de que pueda usarse para tratar o prevenir la infección por coronavirus, ni tampoco hay evidencia de que sea efectivo contra otras enfermedades como malaria, autismo, cáncer, enfermedades parasitarias o degenerativas. Además, ninguno de estos productos está autorizado para el tratamiento de ninguna enfermedad.

La Agencia Española de Medicamentos recomienda encarecidamente no consumirlos en ningún caso: ni en formatos que se presentan aptos para consumo humano ni si se ofrecen como desinfectantes, blanqueantes o biocidas de uso industrial.