Hace poco más de un año Hotelbreak era solo una idea del mallorquín Cristian Alcoba y el francés Maxime Renaudin. Este par de emprendedores daban vueltas al rédito que se le podía sacar a las infrautilizadas instalaciones hoteleras. Porque más allá de habitaciones, los establecimientos tienen piscina, spa, terrazas espectaculares, restaurantes, o bares ideales para pasar el día y de los que gracias a esta start up se puede disfrutar sin tener que alojarse en ellos.

Así nació esta plataforma que ha cerrado una buena temporada a pesar de la debacle turística por la crisis sanitaria. Precisamente, como “no estaban los mercados emisores”, explica Alcoba, los hoteles han sido “más partícipes” al tener inactivas sus instalaciones y han abierto sus puertas a los residentes. A través de Hotelbreak se compran experiencias en los establecimientos adheridos. Son planes pensados para residentes o turistas que se alojan en el alquiler vacacional o en otros hoteles y que deciden pasar unas ‘vacaciones de día’ en el establecimiento elegido.

Ventas en crecimiento

“Pese a la covid ha sido una buena temporada. Tenemos ya 166 hoteles” participando de la plataforma, aunque este verano solo han abierto 45. Desde julio del año pasado, son ya 6.400 personas las que ha disfrutado de las que Alcoba llama ‘diacaciones’. “Tenemos gente que ha hecho muchos ‘hotelbreak’, dos o tres en una semana en la isla, con una tarifa media de 108 euros. Ha sido una forma de tener vacaciones”. Ahora con el fin del verano, empezarán los planes de invierno en aquellos hoteles que queden abiertos en este año atípico.

Para hacerse una idea de cómo va esta start up, sus ventas han subido este septiembre un 37 % respecto al mismo mes del año pasado y todo 2020 han crecido un 11 % teniendo en cuenta que durante cuatro meses estuvieron paradas por el estado de alarma.

Maxime Raudin y Cristian Alcoba, de Hotelbreak.

Alcoba y Renaudin son dos jóvenes forjados en el sector, que trabajaban en Bahía Príncipe, de Grupo Piñero. Su plataforma ha sabido conquistar a los inversores, por su originalidad. “Si vendiéramos noches de hotel, seríamos como Booking”, apunta Alcoba, por eso su empresa, con sede en el ParcBit, se centró en los hoteles como centros de ocio, una oportunidad para los habitantes de las ciudades o los turistas alojados en otros establecimientos. Para disfrutar de una experiencia al aire libre, un desayuno con masaje, un brunch, una cama balinesa, cenar, desayunar, hacer yoga...

Además, han logrado a atraer a hoteles de otros puntos de España, como Eivissa, Menorca, Barcelona, Cádiz o Huelva. Y también en otros países: Francia, Italia y Portugal. “Ya tenemos un hotel en París, un Hilton en Lisboa y Oporto y otro en la Toscana, precioso”, enumera Cristian Alcoba.

“El modelo parece local, pero tratamos de hacerlo global porque es repetible y escalable”. Y ese es el objetivo, el salto a Europa, con presencia en “el arco mediterráneo y el adriático, en zonas costeras y en ciudades”. Hotelbreak sueña en grande. “Está funcionando”, asegura el emprendedor.

Ya han cerrado una segunda ronda de financiación liderada por Business Angels, son beneficiarios del programa Emprenbit en el archipiélago y han recibido varios reconocimientos.

Hilton, Iberostar, Meliá –“con todas sus marcas”–, H10, HM, Roc, o Blau son algunas de las cadenas que se pueden contratar a través de la plataforma.

En la nueva normalidad “la gente ha seguido con la idea del descanso, hay un público para los hoteles aparte de sus clientes”, dice Alcoba. Empezaron solo los dos socios y ya son seis trabajadores. No todo el sector se consume en la crisis.