El servicio de Gestión Forestal de la conselleria de Medio Ambiente ha calculado que la tormenta del pasado sábado, acompañada por un violento 'cap de fibló', afectó a unas 736 hectáreas de bosque y zona rural. El municipio de Banyalbufar es el más afectado, pero también algunos terrenos de Esporles y Estellencs. Esta cifra de hectáreas dañadas es una estimación, ya que Medio Ambiente está a la espera de poder fijar con más exactitud la zona afectada por el temporal mediante las imágenes vía satélite.

Desde el Govern indicaron ayer que entre hoy y mañana tendrían los resultado del satélite. Ello permitirá también realizar una aproximación sobre el número de árboles que el tornado arrancó durante la mañana del sábado en la Serra. Se calcula varias decenas de miles de pinos y otras especies cayeron por los efectos del violento temporal.

Por otra parte, Endesa calcula que los trabajos para devolver a su estado original la red eléctrica dañada por el 'cap de fibló' del sábado pueden durar hasta dos meses, si bien el suministro ya se está prestando con las intervenciones provisionales intervenciones provisionales que se han ido realizando estos días.

Varias brigadas de la compañía eléctrica llevan desde el sábado trabajando para poder arreglar los desperfectos. Hay que recordar que hasta 11 líneas de media y baja tensión fueron destruidas por la tormenta.

El principal obstáculo para la reparación de la red está siendo la dificultad de acceso a puntos donde hay que sustituir elementos en las líneas eléctricas. El municipio más afectado es Banyalbufar, que está siendo suministrando por dos grupos electrógenos. Es Port des Canonge y las zonas rurales cuentan con otros dos grupos de suministro provisional.