Con carácter previo a la celebración del juicio del próximo lunes o a que las partes alcancen un acuerdo de conformidad, Rafael Pantoja ya cuenta con una condena firme. Un juzgado de Palma le impuso casi un año después una pena de cuatro años de prisión por acosar a Sacramento Roca. La sentencia se dictó casi un año después de que acabara con la vida de su expareja.

En un principio, el fiscal solicitaba para el procesado una pena de siete años de prisión. Rafael Pantoja reconoció los hechos que se le imputaban en la sala. En este sentido, el exvigilante de seguridad reconoció ser el autor de los delitos de coacciones y de acoso. A cambio obtuvo una sustancial rebaja de la pena hasta quedar fijada en cuatro años de prisión.

Durante su comparecencia, Rafael Pantoja admitió que, un mes antes de que la asesinara a cuchilladas, la había hostigado en octubre de 2018 con continuas llamadas y mensajes por internet. El acusado también reconoció que se había personado varias veces en la tienda de trabajo donde ella trabajaba. Había contactado con sus compañeras para que mediaran y la forzaran a reconciliarse con él.

Días antes del crimen machista, colocó un cartel en la Estación Intermodal con la foto y el teléfono de Sacri. Pantoja la suplantó e invitó a los lectores a que le llamaran "si querían pasar un buen rato". La afectada recibió dos llamadas de dos hombres interesados en sus supuestos servicios sexuales. La víctima también denunció a la Policía que le había pinchado las ruedas del coche, pero no recibió protección personal y se tramitó solo como un delito de daños.