La iglesia del Caputxins, en Palma, volvió ayer a ser el escenario de una comida multitudinaria, con la presencia, en dos turnos, de más de 250 comensales. Los que acudieron a esta cita eran personas con pocos recursos económicos, muchas de ellas viviendo en la indigencia, que no tienen capacidad para organizar una comida en esta fecha tan señalada como es el día de Navidad.

Desde poco después del mediodía ya empezaron a producirse las primeras colas para poder disfrutar de esta comida solidaria. El menú es el mismo que han venido preparando los voluntarios de la iglesia en los últimos años. De primer plato sopa de Navidad, acompañado por escaldums y de postre fruta y turrones.

Los comensales se pudieron sentar en las mesas que se instalaron en la planta principal de la iglesia. Se aprovecharon los bancos para que se pudieran sentar.

La mayoría de personas que acuden a esta comida responde a un mismo perfil. Muchas de ellas viven en la marginación, sin vivienda propia y que suelen dormir en la calle. Por tanto, no pueden celebrar una comida tradicional el día de Navidad. Los comensales agradecieron el trabajo de los voluntarios, que sacrificaron el poder estar con sus familias para atender a estas 250 personas. El menú del día de Navidad se preparó la fecha anterior. La sopa la prepararon los voluntarios. En cambio, los escaldums fueron elaborados desde la asociación gastronómicos y del vino de Mallorca. La mayoría de las personas que acudieron a esta comida solidaria son conocidos de la iglesia, pues suelen acudir con frecuencia en busca de alimentos. Muchos recurren a la caridad para poder comer.

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