La primera carabela portuguesa que llega a Mallorca en 2019 se adelanta a la temporada estival, como sucedió el año pasado. El navegante Guillem Vanrell ha avistado y grabado un ejemplar del peligroso hidrozoo flotando muy cerca de la costa Norte de Mallorca, acotando su localización entre sa Foradada y la playa des Guix (municipio de Deià), donde se encuentra el camino del mismo nombre que sube hasta Miramar, la que fue propiedad del Arxiduc.

El avistamiento se produjo el martes cuando Vanrell navegaba en paralelo a la costa. Como se ve en el vídeo, contempla dos ejemplares flotando al pairo uno muy cerca del otro, pero en cuanto se entretiene grabando uno pierde de vista el otro.

El año pasado la primera carabela portuguesa se localizó el 22 de mayo en la playa del Molinar, un ejemplar muerto que se convirtió en el primero localizado en la isla, lo que obligó a activar los servicios de emergencias.

A este primer ejemplar, se sumaron inmediatamente otros avistamientos también en el Molinar, Playa de Palma, s'Arenal, Pollença, rocas del Delta y Cala Blava y entre Sant Elm y la Dragonera. Y terminaron con la entrada del verano y el calentamiento de las aguas.

La carabela portuguesa entra en el Mediterráneo cuando dominan los vientos de Poniente, como la semana pasada, y con el calentamiento de las aguas muere. No obstante, conviene estar alerta porque la picadura de este hidrozoo de plancton gelatinoso (mal conocido como medusa) puede provocar fuertes dolores, vómitos, fiebre, náuseas e incluso la muerte, en casos extremos. Por el momento no se ha registrado ningún caso de picadura, pero es importante saber cómo actuar si esto ocurre para evitar males mayores.

Cómo actuar ante una picadura de carabela portuguesa

En primer lugar hay que retirar los restos de tentáculos que puedan haber quedado en la piel. Este proceso debe hacerse con guantes para evitar que el veneno pase también a las manos.

A continuación hay que aplicar agua salada sobre la superficie de la piel afectada. Nunca hay que utilizar agua dulce ya que, según afirma la web especializada medusas.org, esto puede provocar más dolor.

También se puede lavar la zona con agua caliente para aliviar el dolor. En este caso es preferible evitar el vinagre (que sí está indicado en algunos casos de picaduras de medusas) si la zona no se ha limpiado correctamente con anterioridad. Una vez lavada la zona es muy importante evitar la exposición directa de la zona afectada a la luz del sol.

Del mismo modo, no es nada recomendale rascarse. Si los síntomas de dolor y picor no disminuyen es aconsejable acudir a un centro médico para que un especialista prescriba el tratamiento más adecuado que suele consistir en cremas con corticoides e incluso la administración de antihistamínicos por vía oral.

Una especie poco común en el Mediterráneo

Aunque la carabela portuguesa no es común en las aguas del Mediterráneo, su avistamiento resulta cada vez es más frecuente. Estos seres son tan peligrosos como llamativos ya que se caracterizan por un color fosforescente y unos tentáculos que pueden llegar a medir hasta 30 metros si están extendidos. Además, debido a su característica morfología en forma de vela se desplazan rápidamente con las corrientes marinas.