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Economía

La confianza empresarial balear sufre la mayor caída del país y vuelve a niveles de 2016

La desaceleración de la economía y la subida de impuestos y salarios hacen prever un descenso en los beneficios, según la patronal

Desde el sector del comercio se destaca el temor ante la evolución de las ventas durante las próximas semanas. M. Mielniezuk

La confianza empresarial ha registrado en Balears la mayor caída del país, y se ha situado en niveles de 2016, según los datos facilitados por los institutos de estadística nacional y de las islas (INE e Ibestat). Las causas de este mayor pesimismo, según se pone de relieve desde la patronal CAEB y desde la Fundación Impulsa, se centran en la previsión de desaceleración de la economía de las islas y de la generación de empleo durante 2019, sumado a las subidas de la presión fiscal que se están dando y los incrementos salariales, lo que conlleva un ajuste de los beneficios. Pero a ello se añaden otros factores como la inestabilidad política y la internacional. Por contra, desde el Govern se defiende que pese al descenso, el citado nivel de confianza sigue siendo alto.

La confianza de los empresarios de las islas ha registrado un descenso del 3,9% durante el primer trimestre de este año respecto al último de 2018, la tasa más negativa de España, frente a una bajada del 1% del conjunto del país. Desde el Govern se recuerda que el primer trimestre del año registra uno de los niveles de actividad económica más bajo, por lo que se asigna ese recorte a una cuestión estacional.

Sin embargo, también hay un descenso si se compara el nivel de confianza existente en estos momentos con el que había hace un año por esas mismas fechas, en este caso más moderado, de casi un 0,6%. Es más, la confianza de los empresarios registra un retroceso hasta situarse en niveles similares a los de 2016.

Hay otro aspecto de destacar: esta bajada de la confianza interanual (sin el factor estacional) es especialmente intensa en los sectores económicos más potentes de las islas por su directa vinculación a la actividad turística: la hostelería y los transportes. En este caso, esa reducción se cifra en un 4,6%. También en el comercio se detecta un nivel de pesimismo más acentuado.

El análisis que realizan la presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas, y el economista y director de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, es similar. Ambos señalan la previsión de desaceleración de la economía isleña y el aumento de costes relacionados con salarios y fiscalidad. Y ello implica, según destaca Riera, un ajuste en los beneficios.

Ambos apuntan también la inestabilidad política e internacional derivada de situaciones como la salida del Reino Unido de la Unión Europea o las restricciones impuestas a los flujos comerciales.

Pero Carmen Planas va más allá, y suma los recortes en la inversión pública que se contemplan en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el archipiélago elaborado por el Gobierno de Pedro Sánchez. También critica el alza de la presión fiscal en el caso de los presupuestos baleares de Francina Armengol. "Esta falta de compromiso por parte de las Administraciones es una invitación al desánimo y a que los inversores elijan otros lugares más amables para poner en marcha sus proyectos", sentencia.

Por su parte, desde el Govern se resta importancia al retroceso, recordando que pese a éste el nivel de confianza se sitúa en niveles similares a los de 2016, éstos ya eran altos, y que las islas llevan tiempo mostrando un fuerte dinamismo económico.

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